El gobierno de Mariano Rajoy pasará a la historia por los recortes y las reformas. Ninguna de estas medidas estaban en el programa electoral del presiente, algo por lo que ha sido muy criticado. El autor de ‘Leones contra dioses’ nos por qué se pusieron en marcha los recortes y los que se han quedado en el tintero.
¿Qué reformas se han dejado en el tintero para justificar que tanto Zapatero como Rajoy han perdido la oportunidad de modernizar España?
La reforma del Estado Español es la más importante que se ha dejado atrás. Tanto en su despliegue territorial como en el de los servicios y esta es la reforma que lastra a la economía española.
La prima de riesgo ¿ha sido el mayor impulso para hacer reformas?
La prima de riesgo ha sido el mayor agente reformista que ha tenido España o el más eficaz porque ninguno de los elementos regeneracionistas, ni siquiera las fuerzas políticas como UPyD o Ciudadanos, consiguieron el apoyo popular como para impulsar un proceso de reformas como el que se ha vivido.
La prima de riesgo es la que convenció al PSOE de que tenía que abrirse a las reformas laborales, de pensiones y luego le convenció de que debía de reformar la Constitución para dar la señal de que éramos un país serio. La prima también fue la que convenció a Rajoy para la reforma del saneamiento bancario y la reforma laboral.
La reforma de la Constitución se produjo por la prima de riesgo y por la incapacidad de Zapatero de afrontar una reforma laboral a fondo. Zapatero no podía acabar de destrozar las expectativas electorales de su partido con una reforma laboral a fondo, por ello prefirió hacer una reforma constitucional. Hay gente que dice que fue una frivolidad por parte de ZP sin embargo, luego está medida quedó superada por el pacto de estabilidad de marzo de 2012.
A tenor de su libro ¿se puede considerar que Montoro ha sido un freno para hacer reformas al no estar de acuerdo con Guindos?
No ha sido Montoro, ha sido el aparato del Estado que tiene sus propias dinámicas internas y que van generando resistencia a las reformas. Los funcionarios se opusieron a la reforma del Estado. Ellos ven una amenaza a cualquier cambio que se introduzca ya sean técnicas, modernas, de gestión o de cálculo de rendimiento. Aunque digan que los aceptan con la boca pequeña luego están muy interesados de guardar sus privilegios.
Esto los ministros lo han notado cuando quitaron la paga extra, notaron cómo la administración actuó. La mayor protesta de los funcionarios ha sido que les devuelvan los días libres, los moscosos. La administración arrastró los pies y el gobierno se sintió asustado. Luego las inercias propias de los cuerpos de la administración, cada uno tiene unos intereses propios y eso ha conspirado para que las reformas no se hicieran.
¿Margallo habría sido un ministro de Economía o de Hacienda más valiente?
José Manuel García-Margallo fue muy valiente a la hora de subir los impuestos y los ha tocado más de 50 veces. Guindos ha sido inteligente, consiguió poner de acuerdo a la Troika con el sector bancario y el gobierno español. Nos garantizó que el sector bancario no tuviera más problemas.
Margallo fue uno de los favoritos para formar un equipo económico en las elecciones de 2008 y Rajoy lo incluyó. Tiene una gran formación económica pero yo creo que el tándem Montoro-Guindos tiene mucha personalidad y ha sido un acierto, por lo menos el presidente ha trabajado cómodo con ellos.
Margallo estuvo 15 años al frente de la comisión de economía del parlamento europeo y tiene más contactos que de Guindos. Su sensibilidad política está más cerca del presidente, mientras que Guindos es más liberal. A lo mejor hubiera sido un buen ministro de economía.
¿Se van a parar las reformas con el año electoral y se van a tocar las pensiones?
Las reformas se pararon en 2013, no se ha hecho ninguna estructural o de calado. La unidad de mercado es una reforma que aun deja un margen interpretativo a las comunidades autónomas y están siempre intentando boicotearlas.
Toman medidas para evitar la liberación del sector. Desde enero de 2013 no se ha hecho ninguna reforma de calado. Hay una norma en la que se dice que las reformas se hacen en la primera parte de la legislatura. Cuando ha pasado la mitad, lo que no se ha introducido en el parlamento no se hace. La única que entró fue la del aborto y ya sabemos lo que ha pasado.