Los republicanos del Congreso de Estados Unidos han llegado a un acuerdo de principios para aprobar en ambas cámaras antes de que termine el año el plan de reforma fiscal que ha impulsado el presidente, Donald Trump, y que propone notables recortes de impuestos a empresas y ciudadanos.
En declaraciones a la prensa en el Congreso, el senador republicano John Cornyn aseguró que la reforma podría ser aprobada la próxima semana en ambas cámaras.
La mayorías republicanas del Senado y de la Cámara de Representantes ya lograron la aprobación de sus propias versiones legislativas de la reforma fiscal, por lo que los legisladores están inmersos ahora en negociaciones destinadas a «reconciliar» los dos textos, que tenían importantes diferencias.
El acuerdo permitiría bajar al 21 % el actual impuesto de sociedades que pagan las empresas, que actualmente se encuentra en un 35 %, según The New York Times, que cita fuentes legislativas.
Ese recorte presupuestario, además, entraría en vigor en 2018, en vez de 2019, como proponía la versión legislativa del Senado.
En declaraciones a la prensa hoy en la Casa Blanca, Trump dijo que estaría de acuerdo en que el impuesto de sociedades sea del 21 %, un cambio con respecto a la postura que ha mantenido durante las últimas semanas, cuando insistió en que no podía haber un impuesto para las empresas mayor al 20 %.
«Estamos muy cerca de conseguirlo, estamos muy cerca de que se vote», aseguró Trump, que hoy dará un discurso para hablar de su plan fiscal.
Según medios locales, el acuerdo de principios entre los legisladores republicanos también permitiría a los estadounidenses deducir de su declaración impositiva hasta 10.000 dólares en impuestos estatales y locales, especialmente aquellos sobre la renta o la propiedad.
Un grupo de legisladores se está encargado de redactar la propuesta legislativa que permitiría unificar el texto de las propuestas aprobadas en el Senado y la Cámara de Representantes.