Los cambios pasaron prácticamente desapercibidos cuando se presentó la reforma fiscal pero lo cierto es que es una medida que puede afectar a un segmento importante de la población.
La reforma fiscal que entra en vigor en 2015 establece la supresión de los coeficientes de abatimiento y la corrección por la evolución de los precios. Ambas medidas permitían hasta ahora a los propietarios de vivienda usada, que la vendieran, anotarse desgravaciones de lo que pagaban a Hacienda.
Según explican en idealista.com, la medida penalizará especialmente a las casas que se hubieran adquirido antes de 1994. Esas viviendas pueden, hasta ahora, aplicarse los dos tipos de desgravaciones. Así, puede haber una importante diferencia, en términos de pago de impuestos entre vender ahora, y proceder al registro notarial como muy tarde el 31 de diciembre, o hacerlo en enero 2015. Como ejemplo: si usted compró una vivienda en 1989 por 12.000 euros (dos millones de pesetas), y ahora la vende por 320.000 euros, debería abonar a Hacienda 45.483 euros. Si la operación se cierra en 2015, y no se realizan cambios en la reforma, al departamento que dirige Cristóbal Montoró habrá que abonarle 72.800 euros. “Se podría pagar hasta un 50% más de impuestos”, explica Fernando Encinar, de idealista.com.
El secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre, ha explicado en el Foro Cinco Días, que la medida se implantó cuando tenía sentido porque no había separación para las ganancias patrimoniales, en 1991. Considera que ahora es distorsionante porque hay un efecto muy brusco entre haber comprado una casa a finales de 1994 o pocos días después.