«En primer lugar me gustaría señalar que cuando hablamos de la Unión Europea, una cosa es lo que dice la Comisión, otra el Consejo y otra los portavoces. La UE tiene muchas cabezas. Hay mucha gente -demasiada- que puede opinar.
Dicho esto, es evidente es que hay un cierto nerviosismo ante las elecciones griegas. Y es en este ambiente en el que salen noticias, como que «Bruselas confirma que es legal restringir el movimiento de capitales en la Unión Europea«. Hace un año este tipo de reflexiones sobre la salida del euro o su credibilidad futura se ceñía a ambientes muy académicos del mundo anglosajón. En cambio, ahora, la gente que toma decisiones estudia todas las variables.
Primero habrá que ver qué sucede en las elecciones del próximo domingo en Grecia. Pero, a parte de esto, creo que también se está poniendo en evidencia que en el UE hay demasiados actores, y cunde cierta sensación de que, por ello, la UE tiene problemas para gestionar su gobernanza.
Ante esta situación, hay gente que se pregunta, ¿si compro deuda pública -por ejemplo, unos bonos a 10 años- cual será el formato de ese país dentro de una década? Para luchar contra toda esta situación hay que recurrir a lo que todo el mundo sabe; intentar que haya menos déficit y alentar el crecimiento, y que los gestores del euro pongan bajo control las demasiadas voces que rondan por allí: Barroso, Olli Rehn, Draghi… Si hay un comisario, que solo hable él.
Hay que recordar que en economía no existen los derechos adquiridos; los derechos se conquistan y mantienen cada día. Cuando se crea una moneda como el euro, hay que luchar cada día para mantenerla. Y el hecho es que, a día de hoy, el euro es la segunda moneda de reserva y de uso comercial en el mundo. Y lo que se ha detectado en Europa es la dificultad de hacer una política económica común cuando solo hay una política monetaria común. Todo lo demás son elucubraciones.
En cuanto a Grecia: si en la elecciones gana una mayoría que decide no participar más en el euro, habrá que trabajar en ese escenario. Pero todo indica que no será así. En todo caso, si se quisiesen ir, habrá que buscar las reglas para que se vayan«.
– Valentín Pich es el Presidente del Consejo General del Colegios de Economistas.