No son pocos los expertos, desde Fedea al IESE que reclaman para España un modelo similar al implantado por Austria para luchar contra el desempleo. Eso sí, coinciden en que únicamente será efectivo si se acompaña de la implantación de un único modelo de contrato y más políticas activas de empleo. De lo contrario se quedaría en una herramienta estéril.
El modelo se implantó en Austria a partir del año 2002 sin efecto retroactivo, únicamente para los contratos nuevos. Su objetivo no era únicamente luchar contra el paro, también, acabar con las altas tasas de temporalidad del país. El país no tenía una tasa de paro elevada, únicamente el 4,2%, sin embargo, el desempleo había subido un 16,6% en un año.
El sistema se basa en establecer un tipo de indemnización por despido individualizado y prácticamente continuo.
Se crea un fondo para cada trabajador al que la empresa va aportando un 1,57% del salario bruto. Y en caso de despido, el empleado tiene ahí su indemnización.
Cada asalariado posee así su hucha propia de la que no puede disponer hasta que no lleve tres años trabajando. Se acumula dinero a lo largo de la historia laboral que sirve de indemnización en caso de despido pero independiente de la empresa.
La diferencia con nuestro modelo es que no se pierde la antigüedad aunque se cambie de compañía, se sigue acumulando. “Es como una mochila que se puede llevar de una empresa a otra. A la compañía e dará igual despedir a una persona que lleve más o menos tiempo”, explica Florentino Felgueroso, director de la Cátedra de Capital Humano y Empleo de Fedea.
Para el empresario supone que las indemnizaciones ya están pagadas y no tiene que calibrar a quién despide en base a la antigüedad. El coste marginal de despedir es cero.
Si el trabajador nunca es despedido, la suma acumulada se añade a la pensión. Es un fondo para la jubilación
“Favorece la movilidad, y el ahorro”, señala Felgueroso. El trabajador no pierde nunca la indemnización acumulada a lo largo de los años, aunque cambie de empresa. Si al final de su vida laboral no ha tocado ese fondo, es dinero del que dispone al retirarse.
El capital acumulado lo gestionan empresas que se abrieron exclusivamente para ese fin. Tienen unas normas estrictas para mantener la solvencia y generan intereses, igual que un fondo de pensiones.
Los expertos se han fijado en el ‘modelo austriaco’ porque Austria tenía el mismo problema de temporalidad que España. También allí hay mucho empleo generado en el sector del turismo, la hostelería y el comercio.
La diferencia es que el país ya partía con un sistema de contrato único. Nosotros tenemos casi cuarenta aunque el Gobierno ya ha aprobado una reducción a cuatro.