El regulador británico ha explicado que la entidad financiera no pudo asegurar que proporcionó «información completa y correcta» sobre 86,67 millones de transacciones. En su lugar, informó a la FCA sobre 49,1 millones de transacciones sobre las que no estaba obligado a declarar. Estos fallos se extendieron durante un periodo de nueve años y medio, entre noviembre de 2007 y mayo de 2017.
«Las firmas tienen que tener sistemas y controles adecuados para identificar las transacciones que llevan a cabo, en qué mercados, a qué precio, en qué cantidad y a quién. Si las firmas no pueden informar de sus transacciones de forma correcta, surgen riesgos fundamentales», ha subrayado el director ejecutivo de la FCA encargado de la supervisión del mercado, Mark Steward.
El banco radicado en Suiza colaboró con los reguladores y aceptó resolver los problemas, por lo que se ha acogido a un descuento del 30%. Sin dicha bonificación, la FCA habría impuesto una multa de 39,4 millones de libras (46 millones de euros).