Los sindicatos esperan que la entidad traslade mañana cifras concretas sobre el número de afectados, así como el informe técnico y las medidas que contempla adoptar. «Mañana lo comprometido es eso, pero ya veremos», ha señalado un portavoz sindical a Europa Press.
El pasado jueves 10 de enero tuvo lugar el primer encuentro del periodo negociador previo a la apertura formal del ERE, en el que se constituyó la mesa negociadora y se fijó el calendario de reuniones.
Respecto a las medidas que tomará la dirección, fuentes sindicales apuntan a despidos colectivos, movilidad geográfica o modificación sustancial de las condiciones de trabajo. Los representantes de los trabajadores rechazan este procedimiento y han solicitado la apertura de una mesa de negociación colectiva no sometida a plazos legales. «A la empresa le basta con tener voluntad de llegar a acuerdos satisfactorios y voluntad de cumplirlos», han indicado.
Aunque todavía no se conocen con detalle los planteamientos de la empresa, UGT aboga por una acción sindical «unitaria y responsable» que sirva de contención frente al probable movimiento de plantilla, mientras que CC.OO. ha hecho un llamamiento a los empleados para poder «reaccionar juntos» ante cualquier circunstancia.
Los nuevos objetivos de negocio de la entidad para el próximo trienio implican el cierre del 18% del número de oficinas, aunque la reducción de plantilla será sensiblemente menor a este porcentaje.
CaixaBank cerrará 821 sucursales urbanas, hasta contar con total de 3.640 en 2021, y avanzará hacia una transformación de su red que permita ampliar el número de oficinas de asesoramiento urbanas (»Store») hasta las 600, frente a 285 actuales, así como mantener la red de sucursales en pequeñas poblaciones (red AgroBank) y desarrollar sus servicios digitales.
Extender la red de oficinas »Store» supone aumentar las integraciones de pequeñas sucursales urbanas, que se unirán en una única oficina, de mucho mayor tamaño y más servicios y con horario de apertura ininterrumpida de mañana y tarde.