Entre todas las propuestas que recoge el «Proyecto Económico para la gente» que presentó este jueves el líder de ‘Podemos’ flanqueado por los catedráticos y nuevos gurús económicos de la izquierda Juan Torres López, catedrático de Economía de la Universidad de Sevilla, y Vicenç Navarro, catedrático de Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Pompeu Fabra, destaca un concepto: la europeseta. No aparece como tal en el borrador, pero Podemo sí ha hablado de ella como posibilidad en diferentes ocasiones.
Podemos no descarta proponer una nueva moneda de curso legal sólo en España que conviva con el euro en ningún caso sustituyéndola. La europeseta, recogería el testigo de la idea de Juan Carlos Monedero que ya habló en agosto de la necesidad de una nueva moneda europea que discurra en paralelo con euro. Desconocemos por el momento si esta europeseta sería una moneda física o por el contrario meramente electrónica. Aunque estudiando los precedentes en otros lugares sería lo más probable.
Según los ideólogos económicos de ‘Podemos’, los ciudadanos recibirían una parte de su nómina en europesetas y ese tramo salarial podría crecer más que el tramo en euros. Ciertos comercios y locales podrían aceptar europesetas en determinados bienes y servicios, e incluso la banca podría hacerlo aunque con con cierto nivel de descuento. Sin embargo, sería complicado que pudiéramos pagar las necesidades básicas -luz, agua, gas- con europesetas. A buen seguro las grandes compañías no lo verían con buenos ojos.
Rebajaría la necesidad de financiación del Estado
El objetivo de la europeseta no sería otro que impulsar la actividad económica en España lastrada hoy por bajos salarios y la sequía del crédito. Buscaría asimismo relajar las necesidades de financiación del Estado y las empresas en euros, buscando incentivar el consumo nacional. Pero no sólo eso.
Se trata también de de sortear el férreo control monetario de las instituciones comunitarias europeas en busca de un pretendidamente milagroso oasis de libertad o un mayor intervencionismo estatal, según como se mire.
No en vano así reza el propio programa económico de ‘Podemos’: «Nuestra pertenencia a la moneda única europea significa, como es bien sabido, que no disponemos de instrumentos esenciales de la política económica, como el control sobre la cantidad de dinero o sobre la cotización exterior de la moneda. También implica que otros instrumentos que en principio podrían estar a nuestra disposición, como la política fiscal o las políticas sectoriales, solo se pueden utilizar con grandes limitaciones e incluso en algunos casos (por los pactos de estabilidad, por ejemplo) con las manos casicompletamente atadas».
Con la europeseta, un hipotético Gobierno de Pablo Iglesias recuperaría en parte el control de la política monetaria, actuando como un regulador o devolviendo gran parte de sus competencias a un Banco de España subordinado hoy al BCE. Una tutela de Fráncfort que el documento de ‘Podemos’ no duda en calificar de en su programa económico de «cesión de soberanía inaceptable«.
En este sentido, esta restricción -apunta el programa económico de los de Pablo Iglesias- «representa un problema grave para la economía española no sólo por el hecho intrínseco de no poder disponer, por ejemplo, de la política de devaluación o de fijación de los tipos de interés, sino porque otros países más potentes, como Alemania,sí que disponen de hecho (naturalmente, no de derecho) del poder suficiente para conseguirque las condiciones macroeconómicas se fijen a su favor.»
De la mano de la europeseta, además, ‘Podemos’ -al menos en parte- podría incidir en su prometido aumento de salarios. Aunque no sea en euros.
La libra de Bristol, el precedente
En septiembre de 2012 la ciudad británica de Bristol (440.000 habitantes) acuñó su propia moneda local: la libra de Bristol, que como la soñada europeseta de ‘Podemos’ vino a convivir con la esterlina, nunca a sustituirla. Su objetivo, el mismo, a otra escala: promover el comercio y la economía local.
La libra de Bristol con un valor equivalente al de la libra esterlina, y aunque no es una moneda de curso legal podía cambiarse por esta otra en una red de oficinas bancarias y se podían abrir cuentas con las mismas garantías que las tradicionales, las del fondo de depósitos británico. Los servicios e impuestos municipales de Bristol podían pagarse con ella. El Ayuntamiento de la localidad dio la opción a sus 1.700 empleados-como pretende ‘Podemos’- de cobrar parte de su salario en libras de Bristol.
En su web oficial Bristol Pound anima este año a utilizar la libra de Bristol en el Christmas Market de estas navidades.
Un lugar, una moneda
Sólo se puede pagar con libras de Bristol en Bristol, del mismo modo que sólo se podría pagar con europesetas en España. Así, se evitaría que el dinero generado – el valor añadido– sea el municipio británico o nuestro país, se vaya a otras partes.
De acuerdo con la definición de Georgina López, investigadora del Instituto Internacional de Estudios Sociales, la libra de Bristol -como la europeseta- son monedas complementarias que pretenden «generar islas de relacionas económicas no capitalistas». En otras palabras, un verdadero freno a los excesos del capitalismo financiero que haría las delicias de ‘Podemos’ muy sensible en otros tiempos a las propuestas económicas de Izquierda Anticapitalista.
Si bien, este tipo de proyectos de monedas y economías complementarias – como las Redes del Trueque que se popularizaron en Argentina tras el corralito- suelen circunscribirse a ámbitos locales, nunca se han visto a escala estatal.
En este punto, como en tantos otros, ‘Podemos’ y su europeseta juegan a lo grande.