Desglosado por sectores, el consumo industrial aumentó un 1,3% y el de los servicios subió un 0,9%. En el cálculo de estos datos se han tenido en cuenta los efectos de la composición del calendario y la evolución de las temperaturas, según ha explicado REE.
En los últimos doce meses, el consumo eléctrico de estas empresas, corregidos los efectos de la laboralidad y las temperaturas, bajó un 0,1% respecto al mismo periodo del año anterior. Por sectores, el consumo de la industria repuntó un 0,4% y el de los servicios retrocedió un 1,6%.
Comparado con junio de 2016, de las cinco actividades con mayor consumo eléctrico, la demanda de la metalurgia creció un 2,5%; la de la industria química avanzó un 1,2%; la de la industria de la alimentación progresó un 3,5%; la del papel aumentó un 3,3%, y la de la fabricación de otros productos minerales no metálicos descendió un 2%.
Las actividades que más aportaron al consumo de las grandes empresas en junio fueron la metalurgia, con un aumento del 2,5%; el almacenamiento y actividades anexas al transporte (5,2%); la industria de la alimentación (3,5%); el transporte terrestre y por tubería (5,8%), y la industria del papel (3,3%).
El IRE es un indicador cuyo objetivo es facilitar información sobre la evolución del consumo eléctrico del conjunto de las grandes y medianas empresas, entendidas como aquellas que tienen una potencia contratada superior a 450 kilovatios.
Las medidas se recogen en más de 23.400 puntos de alrededor de 13.900 empresas. El consumo que representa el IRE supone en torno al 47% de la demanda eléctrica total, correspondiendo el resto de la demanda a consumidores residenciales y otros tipos de consumo.