La compañía explica en un comunicado de prensa que su decisión es consecuencia de la disminución de la demanda, originada por el desplome del sector de la construcción y la crisis económica general.
Teka afirma también que esta medida se adopta «tras haber agotado otras alternativas que han resultado insuficientes» y que con ella «se pretende potenciar la productividad de la planta, mejorar la competitividad de los medios de producción y asegurar los necesarios niveles de rentabilidad».
La dirección de Teka Industrial ha manifestado su «firme voluntad de lograr una solución negociada con la representación legal de los trabajadores, dentro de un marco de respeto, diálogo y transparencia en la negociación».