Además, la compañía que preside Jordi Sevilla prevé abonar a partir de 2020 y hasta 2022 un dividendo de al menos un euro por acción.
El gestor técnico del sistema eléctrico prevé que su margen de Ebitda sea superior al 76% de promedio en el periodo que abarca el plan estratégico 2018-2022, y que el crecimiento anual del beneficio neto rebase el 1% tomando como base el año 2017.
La compañía, que invertirá un total de 6.000 millones hasta 2022, de los que en torno a un 50% se destinará a la transición energética en España, apostará por la disciplina financiera y la optimización de los costes de financiación.
Así, prevé que la deuda financiera neta se sitúe en el entorno de cuatro veces el resultado bruto operativo (Ebitda) promedio, y que el porcentaje de fondos de operaciones (FFO) sobre deuda financiera neta se mantenga en el 17%.
Además, prevé avanzar en la integración de criterios desostenibilidad en la financiación, con el 100% de la financiación con criterios ESG 2030.