El resultado bruto de explotación (Ebitda) de la compañía se situó entre enero y marzo de 2018 en 893 millones de euros, un 12% por debajo de la cifra alcanzada en el periodo equivalente de 2017.
Los ingresos de la ‘utility’ derivados de las ventas de electricidad cayeron un 9%, hasta 1.390 millones de euros, a pesar del incremento del 7% de la producción de electricidad.
La capacidad instalada del grupo se incrementó un 3%, hasta situarse en los 26,7 gigavatios (GW), impulsada por el negocio de renovables, que representó el 74%. La cartera de clientes de la energética presidida por Antonio Mexia creció un 1%, hasta alrededor de 11,4 millones.
La deuda líquida del grupo portugués se redujo un 1% en los tres primeros meses de 2018, hasta los 13.813 millones de euros, desde los 13.900 millones en que se situaba al cierre de 2017.