El negocio químico de papel wet-end y de tratamiento de agua de BASF y Solenis tienen unas ventas proforma combinadas de 2.400 millones de euros, según informó BASF en un comunicado cuando anunció el acuerdo.
Tras investigar el mercado, el Ejecutivo comunitario considera que aunque la operación puede llevar a solapamientos horizontales y verticales de las firmas, ello no plantea problemas para la competencia en la Unión Europea.
Bruselas ha tenido en cuenta que sigue habiendo rivales en le sector, que los modelos de negocio de Solenis y BASF son distintos y que Solenis representa apenas una cuota mínima de la demanda para productos de BASF.
El expediente, que le fue notificado a Bruselas el pasado 6 de noviembre, ha sido examinado bajo el procedimiento simplificado que se aplica a los casos menos problemáticos.