Las empresas españolas están intensificando los contactos con sus bancos de inversión de cabecera para aprovechar la nueva gran oportunidad de financiación que les ha abierto el Banco de Japón. La agresiva estrategia de la máxima autoridad monetaria nipona para reactivar el crecimiento activando la máquina de hacer billetes -comprará deuda por valor de 9.400 millones de euros- está provocando que los inversores huyan de los bonos japoneses, cuya rentabilidad se está resintiendo, para buscar tipos de interés más atractivos.
La respuesta de los mercados no se ha hecho esperar. Importantes bolsas de liquidez están llegando a Europa, en un proceso del que se está beneficiando España. La prima de riesgo cayó el miércoles por debajo de los 340 puntos básicos y la rentabilidad del bono a 10 años retrocedió hasta el 4,6% el nivel más bajo desde 2010. Un entorno ideal para que las endeudadas y necesitadas del liquidez empresas españolas se lancen a la caza y captura de dinero fresco.
«Todas las empresas con un buen historial en el mercado están haciendo números. En la gran ventana de liquidez de enero colocaron muchísimo papel con el diferencial con Alemania por encima de los 360 puntos. Ahora, la situación es mucho más favorable. Lo normal es que veamos muchas emisiones en este escenario sorprendente, porque nadie esperaba que tras el rescate de Chipre se abriera una ventana de liquidez tran pronto», aseguran en un gran banco extranjero especializado en estas operaciones.
Efectivamente, las empresas españolas se lanzaron al mercado de forma furibunda en el mes de enero. Los bancos y los pesos pesados de la bolsa española como Telefónica, Iberdrola o Gas Natural realizaron grandes colocaciones. Sus pasos fueron seguidos inmediatamente por el segundo nivel del mercado hasta captar más de 10.000 millones de euros.
Una cifra extraordinaria que podría crecer de forma muy significativa ahora. «Con la ventana de liquidez de enero, las empresas saciaron mucho su sed de liquidez. Pero el escenario macro y episodios como el de Chipre no invitan a pensar que la tranquilidad puede mantenerse mucho tiempo. Por eso muchas compañías van a salir de nuevo al mercado en los próximos días», aseguran en un gran banco nacional.
Fuentes de los bancos de inversión aseguran que hay apetito de sobra entre los inversores extranjeros por comprar deuda española de primera calidad. «El momento es perfecto. Ya pasó el año pasado dos veces. Una en febrero, cuando la prima de riesgo cayó hasta los 300 puntos básicos, y otra en septiembre cuando el BCE se comprometió a comprar deuda. Nunca se sabe cuándo se va a presentar otra oportunidad como la que ahora nos da el Banco de Japón», aseguran.
Precios
Las empresas que están valorando salir de nuevo al mercado esperan que se pueda repetir la jugada de enero. Hace tres meses, la mayoría de las compañías consiguieron colocar sus títulos a precios muy competitivos. Por ejemplo BBVA, que como es habitual cada año es el primero en abrir fuego, colocó en la primera semana de enero 1.500 millones en bonos a cinco años a un precio de 295 puntos básicos sobre el »mid swap», cuando la referencia inicial era de 310 puntos básicos y frente a los 325 y 380 sobre »mid swap» que había pagado el mes de septiembre anterior por bonos a dos y tres años.
Por lo tanto, están puestas las bases para una nueva oleada de emisiones de unas empresas muy necesitadas de liquidez en un entorno de cerrojazo crediticio y con altos niveles de endeudamiento. Con una deuda superior a los 200.000 millones de euros, están teniendo que vender activos a toda velocidad para cumplir con la exigencias de los bancos acreedores.