Es una iniciativa inédita, únicamente se ha vivido algo semejante en 1999, cuando se aprobó la semana laboral de 35 horas. Las tres organizaciones patronales francesas se movilizan y salen a la calle. Denuncian que a pesar de la ralentización de la economía los impuestos han seguido aumentando, tanto durante el Gobierno conservador de Nicolas Sarkozy, como con el socialista de François Hollande. “Desde 2010, son 42.000 millones más en impuestos para las empresas. 21.000 millones con Sarkozy, 21.000 millones con Hollande (…) Son 90 nuevos impuestos en cuatro años”, ha explicado en una entrevista en Europe 1, Pierre Gataz, presidente de la principal organización empresarial, Medef (“Movimiento de Empresas de Francia”).
Habrá concentraciones en Marsella, París, Toulouse, Lyon o Grenoble, a lo largo de toda la semana. Además de Medef, secundan las convocatorias, la CGPME (“Confederación General de las Empresas Pequeñas y Medianas”) y UPA (la organizaciónque representa al pequeño comercio y el artesanado).
Según el diario Le Figaro, hay “tres medidas que han colmado el vaso y entran en vigor el 1 de enero”: que los contratos temporales sean de un mínimo de 24 horas semanales, la obligación de informar a los trabajadores en caso de venta de la empresa, el aumento de cotizaciones para asalariados que desempeñen una ocupación considerada de mayor riesgo laboral (“compte pénibilité“).
“Son dispositivos antieconómicos”, ha asegurado Gataz que también admite que actualmente el Ejecutivo prepara una nueva legislación más favorable a la empresa, pero “que serán plenamente eficaces, a partir de 2017”.
El empresariado asegura estar exasperado, a pesar de los últimos ‘guiños’ del Ejecutivo con el “Pacto de responsabilidad” que implica una bajada de cotizaciones a cambio de la creación de empleo. Una iniciativa insuficiente cuya eficacia se diluye con el aumento de tasas locales. Según Le Figaro, únicamente los grandes grupos y las empresas medianas que han tomado el camino de la internacionalización, mantienen sus márgenes. El resto del tejido empresarial ve caer sus cuentas a niveles de 1985.