El Producto Interior Bruto (PIB) de España ha crecido un 0,7% en el segundo trimestre del año, una décima menos que los tres trimestres previos. La tasa interanual del PIB, por su parte, se situó en el 3,2% en el segundo trimestre del año, dos décimas menos que en el trimestre anterior.
Estos datos suponen que aunque se mantiene el crecimiento en España, éste se está moderando tras ocho meses sin Gobierno y a la espera de que se apruebe un nuevo techo de gasto y de llegar a acuerdos para aprobar los presupuestos del próximo año.
Así, se iguala el dato estimado por el Banco de España (0,7%) y por otras entidades, como el BBVA y la CEOE. El Gobierno, por su parte, había apuntado que el PIB del segundo trimestre sería muy similar al del primero.
El consumo sigue tirando del PIB
Según el Banco de España, la evolución favorable del mercado de trabajo y la mejora de las condiciones financieras habrían seguido sustentando la expansión del consumo privado en el segundo trimestre, que podría haber crecido un 0,8%, tasa ligeramente inferior a la del trimestre anterior; en tanto que la inversión empresarial habría experimentando una cierta ralentización, conservando, no obstante, su pauta expansiva.
La institución que gobierna Luis María Linde indicaba también en este boletín que dentro de la inversión en construcción, el componente residencial habría continuado su proceso de recuperación, en un contexto de repunte de las compraventas de viviendas.
Por su parte, el debilitamiento reciente de algunos indicadores, como el consumo de cemento o las afiliaciones a la Seguridad Social en la rama de ingeniería civil, sugiere que la inversión en otras construcciones podría estar acusando una desaceleración de la obra pública.
En cuanto al sector exterior, el Banco de España estima un repunte de las exportaciones de bienes en el segundo trimestre, en un contexto en el que se mantiene la tónica de crecimiento de los mercados del área del euro.
Por el contrario, las ventas realizadas al resto del mundo habrían seguido mostrando, en términos comparativos, un tono de menor firmeza, como consecuencia de la debilidad de algunas áreas emergentes y de la modesta apreciación del tipo de cambio.
Así, el Banco de España estima que la demanda externa podría dejar de restar al PIB en el segundo trimestre, hasta situarse en valores neutros o ligeramente positivos, en un contexto en el que tanto las exportaciones como las importaciones habrían intensificado su crecimiento intertrimestral.