La demanda de crédito de familias y sociedades para la compra de vivienda se redujo «en cierta medida» en el tercer trimestre y «se mantuvo sin cambios» en los préstamos al consumo y otros fines, mientras que en la zona del euro aumentó en estos segmentos, según el Banco de España.
Esta es una de las conclusiones de un artículo incluido en su Boletín Económico de octubre, elaborado por Miguel García-Posada, de la Dirección General de Economía y Estadística, a partir de la Encuesta sobre Préstamos Bancarios.
Sin embargo, las entidades prevén para este último trimestre del año «aumentos en la demanda de financiación en todos los segmentos, de forma más intensa» en España.
Al mismo tiempo, en el estudio se señala que los bancos han relajado «ligeramente los criterios de aprobación» de préstamos a hogares en España y en la zona euro en el tercer trimestre de este año, pero mantuvieron las condiciones para la concesión de crédito a las empresas.
Para el trimestre en curso, las entidades españolas no esperaban «variaciones en los criterios de concesión» de préstamos, mientras que las de la zona del euro «anticipaban un cierto endurecimiento en los créditos a las sociedades, una ligera relajación en los concedidos a familias para compra de inmuebles, y ausencia de cambios reseñables en los destinados a consumo y otros fines».
La situación actual del mercado crediticio sigue condicionada por el programa ampliado de compra de activos del Banco Central Europeo (BCE), que contribuye «a la relajación de las condiciones de los préstamos en ambas áreas», aunque «su efecto sobre los criterios de concesión habría sido prácticamente nulo».
De acuerdo con las conclusiones de esta encuesta, en la que participan diez entidades españolas y cuyas respuestas se comparan con datos de la zona euro, tanto las entidades españolas como las de la zona euro señalaron que el tipo de interés negativo de la facilidad de depósito del BCE propició un aumento moderado del crédito concedido.
Además, desencadenó un descenso de los tipos de interés de los préstamos y de los márgenes aplicados, cuyo efecto conjunto habría sido una reducción de los ingresos netos por intereses del sector.