La posibilidad con menos visos de convertirse en realidad al cierre de la Cumbre es que Europa no llegue a un acuerdo echando por la borda su prestigio y la escasa confianza de los mercados. Sería casi el fin del euro.
Por eso, Europa intentará por todos los medios este jueves aunar posturas en Marsella (Francia) y en Bruselas para acabar con una situación grave en la que, según Francia, «el euro puede explotar». Hay que «hacer todo lo posible para garantizar la irreversibilidad del euro», advirtió el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, a su llegada al congreso del Partido Popular Europeo (PPE) en Marsella, horas antes de una cumbre clave en Bruselas.
Porque sí, porque la situación es grave y así lo advirtió el ministro francés de Asuntos Europeos, Jean Leonetti, que habló de una realidad potencialmente catastrófica: «El euro puede explotar y Europa puede deshacerse y puede resultar (de ello) una catástrofe, no sólo para Europa y para Francia, sino para todo el mundo», dijo.
«El riesgo de que estalle Europa nunca fue mayor», ha estimado el presidente francés, Nicolas Sarkozy, agregando que la Unión Europea tenía «algunas semanas» para salir de la crisis.
«Europa nunca ha sido tan necesaria ni ha corrido tanto peligro» dijo el mandatario en Marsella. «Nunca hubo tantos países deseosos de ingresar en Europa, (pero) el riesgo de que estalle Europa nunca fue mayor«, agregó, durante el Congreso del conservador Partido Popular Europeo (PPE) en esta ciudad del sureste de Francia.
«Hay que decidir lo antes posible. Cuanto más demoremos en tomar una decisión, más nos costará tomarla y menos eficaz será (…) Si el viernes no llegamos a un acuerdo, no tendremos una segunda oportunidad«, dijo Sarkozy, horas antes del inicio de una cumbre de la Unión Europea en Bruselas.
Así que aunque sea la opción con menos posibilidades no son pocos los que ya llaman al lobo.