«Tenemos un gran stock de infraestructuras, pongámosle en valor para solucionar parte del problema del gasto público, que tiene otras prioridades como son las pensiones o la sanidad, y para dar un refuerzo a ese gasto», argumentó el presidente de la patronal, Julian Núñez.
Así, las constructoras consideran que en algún momento el país deberá abordar el debate de pagar por el uso de las infraestructuras, no sólo las autovías, sino otro tipo de dotaciones, si bien primero debe establecer sus prioridades de gasto.
«Todos los ciudadanos los ciudadanos queremos que todos los servicios sean gratis, pero hay que ser realistas y si la prioridad con la sanidad, las pensiones y la educación hay que hacer algo para preservarlos», incidió.
Según datos de la patronal, sólo la red de casi 3.000 kilómetros de autopistas de peaje que actualmente tiene España aporta anualmente al Estado 1.000 millones de euros, tanto por lo que ingresa en impuestos como por lo que le ahorra en gasto de mantenimiento.