Superadas las elecciones, el presidente de la CEOE, Juan Rosell, se centrará en la negociación colectiva. «A todos nos gustaría ser un poco más positivos y poder incrementar más los salarios», aseguró preguntado por los medios, tras conocerse su reelección.
Sin embargo, al tiempo que admite que «la situación ya no es la misma», no cree que los incrementos puedan ir más allá del 0,5-1%. «Los números son los números (…) Estamos en plena negociación con los sindicatos, y seguro que podremos tener el tema cerrado en las primeras semanas de enero», dijo Rosell.
A pesar de que ya fue rechazada una primera propuesta de entre el 0,5-0,6%, por los representantes sindicales, el líder de CEOE se mostró confiado en la posibilidad de cerrar un nuevo acuerdo de negociación colectiva.
Las cifras que se barajan desde la patronal están muy alejadas de las pretensiones sindicales. Precisamente, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha recordado que sería positivo reactivar la demanda. Según Méndez, habría una «necesidad de aumentar la demanda interna y el consumo de las familias trabajadoras porque pueden permitir la recuperación de las pequeñas y medianas empresas, que en su mayoría, son las más crean puestos de trabajo y actividad económica».
Acercar posturas en la organización en la CEOE
Para Rosell y su equipo no sólo habrá trabajo de puertas afuera, también quedan temas pendientes en el interior de una organización, que a juzgar por el resultado electoral se encuentra profundamente dividida.
El presidente de CEOE, ha admitido que existen problemas en la organización. Se ha referido a un documento sin firma y crítico, que lo acusa de haber «catalanizado» la patronal.
«He ganado y ahora voy a intentar incorporar a todo el mundo que haga falta, hacer una hoja de ruta y esperar a que en los próximos cuatro años se hagan cosas», ha tranquilizado, al tiempo que reiteraba subrayaba la importancia de una «unidad de mercado europea«.
«Que nadie se lleve a engaños» ha dicho Rosell que al tiempo ha asegurado que la ética seguirá siendo su norte, de integración, de compromiso personal, de responsabilidad social, en definitiva, «un espejo de conductas transparentes, sin ninguna sombra», concluía.