Después de la amnistía fiscal, el Gobierno presenta ahora las medidas contra el fraude. Teinteresa aclara las dudas en torno a las novedades sobre el sistema de módulos, que puede afectar a 600.000 personas.
EL SISTEMA DE MÓDULOS
- ¿En qué consiste el régimen modular?
En el régimen de tributación de módulos (que se estableció en 1992) no se tributa por lo que se gana, se tributa por unos índices que establece Hacienda en base a ciertos factores como el número de empleados, metros cuadrados ó potencia de vehículos. La media de ingresos, declarada en los módulos es de 11.000 euros. El máximo que se llega a declarar en el régimen modular, está en torno a los 22.000 euros. En resumen, se pagaba lo mismo a Hacienda, independientemente de los beneficios o las pérdidas.
- ¿A quienes afectará la nueva normativa?
Todos los autónomos para los que más del 50% de su facturación provenga de una o varias empresas, y cuyo ingreso anual sea superior a 50.000 euros.
Es decir un autónomo que factura más de 50.000 euros, y cuya clientela es ó son empresas, deberá salir de la tributación de módulos. Afecta a muchos tipos de profesiones, empezando por los de la construcción como fontaneros, electricistas ó albañiles. También puede afectar a un restaurador, por ejemplo, cuya principal clientela en facturación sean las empresas.
- ¿Quién se queda dentro de la tributación de módulos?
Todos aquellos cuyos ingresos sean menores a 50.000 euros. Tampoco cambia nada para aquellos cuyos principales clientes sean particulares. Esto abarca las mismas profesiones de las que hablamos antes, fontaneros, restauradores, albañiles, ó un kiosco.
- ¿Cuándo se pone en marcha?
De momento, lo presentado hoy no es más que un informe, un anteproyecto de Ley. Todavía queda la fase de la realización del proyecto de Ley, y su presentación en las Cortes. No parece que hasta junio pueda entrar en vigor, y hacerse efectivo.
- Por qué se realiza el cambio
Principalmente para evitar una distorsión y un fraude. Por distorsión, se entiende lo siguiente: las empresas podían desgravar el IVA que los autónomos les facturaban. Con ello, si por ejemplo recibían cuatro facturas de este tipo de autónomos, eran cuatro IVA’s que Hacienda les devolvía. Al final, Hacienda devolvía más en IVA a esa empresa, que lo que ingresaba con la tributación a los autónomos (un ingreso fijo, independiente de sus beneficios en el que se está declarando una media de 11.000 euros anuales, menos que un mileurista).
Por otro lado se registraban fraudes. A veces, como estos autónomos tributaban igual, facturaran más ó menos, se llegaron a realizar facturas falsas para las empresas a cambio de la promesa de una comisión ó un trabajo. Gracias a esa factura falsa, la empresa cobraba la devolución de IVA (de la factura falsa).
Esta información se ha elaborado con la colaboración del Secretario General de Gestha, JOSÉ MARÍA MOLLINEDO.