Este plan de contigencia todavía debe ser negociado entre la Eurocámara y los Estados miembros y el objetivo es evitar un escenario en el que los buques europeos no puedan faenar en aguas británicas, algo que sucedería a partir del próximo 30 de marzo si finalmente Londres abandona el club europeo sin aprobar el Tratado de Retirada.
Así, la primera medida es que la UE y Reino Unido acuerden el acceso recíproco a sus aguas hasta el 31 de diciembre de este año. En ese caso, ambas partes mantendrían sus compromisos adquiridos en el reparto de posibilidades de pesca pactado en diciembre de 2018 por todos los gobiernos de la UE.
La UE además pondría en marcha un procedimiento simplificado de concesión de licencias para faenar en aguas británicas y seguirían estando permitidos los intercambios y transferencias de cuotas con Reino Unido. El alcance territorial de estos cambios, sin embargo, no incluye Gibraltar.