«Las almendras y avellanas de terceros países no reúnen la calidad suficiente para mantener las cualidades organolépticas de turrones, mazapanes y polvorones», señala la organización agraria en un comunicado.
Según COAG, la almendra española posee unas calidades «muy superiores» a la estadounidense y es más apreciada en los mercados internacionales, pero «al marcar California las cotizaciones a nivel mundial, presiona los precios de las almendras españolas a la baja».
El sector productor de frutos secos se encuentra inmerso en una «grave crisis» de precios en España, con cotizaciones a 0,70 euros por kilo frente a 1,45 euros en 2005 (-52%), una situación que, según la organización agraria, «hace peligrar la supervivencia del cultivo».
Además, las importaciones españolas de almendra americana han registrado un incremento de un 113% en la última década, al pasar de 28.477 toneladas en 2000 a las 60.793 toneladas en la última campaña.
En este contexto, COAG aboga por diferenciar la calidad de las producciones, controlar exhaustivamente el volumen y calidad sanitaria de las importaciones y mejorar la inspección y el control de la calidad en frontera y en los puntos de venta, especialmente en lo relativo al origen en el etiquetado para evitar la confusión del consumidor.