Las entidades españolas no han tardado mucho en hacer suyas las ‘sugerencias’ del Banco de España. Se acabaron los intereses de hasta el 4% para los depósitos, cuentas corrientes, pagarés y bonos de los ahorradores.
Todavía no hay circular, ni norma oficialmente fijada, pero a partir de ahora será difícil encontrar ofertas que sobrepasen los límites del 1,75% de interés para los depósitos de menos de un año; del 2,25% para los depósitos de entre uno y dos años; y del 2,75% para los de más de dos años.
El freno a la ‘guerra de depósitos’ también tiene sus resquicios, pero en la práctica, únicamente los grandes inversores y fondos se saltarán la norma no escrita. Como publica el diario Cinco Días, el Banco de España, a la vez que trasladó los límites a los bancos, también concedió que, como medida de retención de clientela, estos puedan saltarse el tope fijado para un 15% del saldo captado en su cartera. Pablo M. Simón, periodista del diario económico, asegura que “en las directrices que se dieron a las entidades no se especifica que se limite la rentabilidad para el pequeño inversor , simplemente se concede la excepción del 15%”, pero la realidad hace que al final, ese margen de maniobra se utilice para mantener a los grandes clientes como fondos de inversión que tienen mayor peso y mayor margen de maniobra para acudir a otros bancos con mejores ofertas o cambiar de país. De hecho, ya hay gestoras, que según Cinco Días, aseguran que “les han ofrecido precios por encima de los límites sugeridos por el Banco de España”.
Esos fondos tienen en España unos 21.832 millones en depósitos de los bancos. No es mucho frente a la cifra global: en el mes de noviembre en España, los depósitos de particulares y empresas no financieras ascendían a los 1,516 billones de euros.
Esquivar la norma para esa proporción no supondría un peligro en la consecución del objetivo de Luis de Linde a la hora de limitar los intereses del ahorro, y así frenar el deterioro que supone para los bancos el pago de intereses tan altos.