El presidente de la Sociedad de gestión de activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), Jaime Echegoyen, ha lanzado un mensaje muy optimista sobre el futuro a corto y medio plazo de la sociedad. No sólo ha descartado la posibilidad de una ampliación de capital, sino que ha asegurado que hay interés de los inversores por entrar en la compañía e incluso no ha descartado la salida a bolsa de la misma en el futuro.
Una visión idílica a la vista de las pérdidas de 845 millones de euros acumuladas en los dos últimos años, a pesar de lo que, según Echegoyen, “existe apetito inversor” por entrar en la sociedad. Además, ha asegurado que entre los accionistas que participan actualmente en Sareb no tiene constancia de que haya intención de abandonar la sociedad.
La entrada de accionistas en Sareb fue una petición expresa del Gobierno a las instituciones financieras españolas, que más o menos a regañadientes –sólo el presidente de BBVA, Francisco González, se negó en redondo- aceptaron participar en un proyecto cargado de incertidumbres, que aún se mantienen.
Las rentabilidades prometidas cuanto el banco echó a andar –situadas en una horquilla entre el 12% y el 14%- no son factibles y Sareb aún está pendiente de la publicación por parte del Banco de España de la circular contable, que está a la espera de la opinión del Consejo de Estado.
No obstante, preguntado por la posibilidad de que Sareb pudiera salir a bolsa, admitió que “hoy por hoy no parece factible”, aunque aseguró que “no lo descartamos”.
“Cualquiera de los accionistas estaría por la labor porque terminar saliendo a bolsa sería estupendo”, señaló.
Por último, sostuvo que la compañía acabará entrando en beneficios, aunque sin poner ninguna fecha, y recordó que sus pérdidas operativas en 2014 fueron de 45 millones y su Ebitda se situó por encima de los 1.000 millones.