Una niña que nazca tendrá más probabilidades de tener una buena educación y cuando crezca, más facilidades para incorporarse al mundo laboral de manera satisfactoria, que probablemente su madre. Sin embargo, en el mundo en el que esa niña vivirá todavía no habrá igualdad de género. Habrá que esperar al año 2095, 81 años para que eso sea una realidad. Esa es la conclusión del Foro Económico Mundial (WEF), la institución que organiza la convocatoria anual del Foro de Davos.
Publica desde 2006 un informe anual llamado “Global Gender Report” en el que analiza la “participación de las mujeres en cuatro categorías fundamentales: economía, educación, salud y política”. Según sus cálculos, si se mantiene la progresión actual en términos de reducción de brecha entre hombres y mujeres, todavía queda décadas de lentos avances.
Algo insuficiente. Como señala, Klaus Schwab, el presidente del Foro Económico Mundial, al poner un ejemplo: “las compañías que incluyen a más mujeres y las retienen, aumentan su competitividad”.
Eso, en términos globales porque en un análisis detallado de países, hay algo más que una brecha. Según el estudio, los países nórdicos son los campeones en paridad. Ya tienen recorrido un 80% del camino. Sus recursos y oportunidades se distribuyen bien en la balanza entre hombres y mujeres. De un ranking de 142 países, los primeros puestos son para el modelo de bienestar nórdico: Islandia, Finlandia, Noruega, Suecia y Dinamarca. El estudio destaca los esfuerzos realizados por esos países en materia educativa y por “integrar vida laboral y familiar”. No es ningún secreto. Hace años que esas iniciativas y sus resultados son envidiados en el resto del mundo. En Noruega, un permiso de maternidad puede ser de hasta 392 días; en Suecia de 420; en Dinamarca, de 365. Más cercanos al modelo Mediterráneo, los Fineses tienen hasta 158 días, pero eso es todavía más que el máximo de 112 días español.
Con todo, España se mantiene en el puesto 29. Nos superan países menos desarrollados económicamente como Nicaragua (4) y Ruanda (5). Sin embargo, supera a Italia (69) y a Japón(104). Los países que cierran la lista, los «peores» en términos de paridad serían: Siria, Chad, Pakistán, Yemen.
Si nos atenemos a los resultados, la progresión en participación femenina e igualdad de género no siempre van de la mano con el desarrollo económico. Como ejemplo, Nicaragua y Ruanda superan a Estados Unidos (20) o a China (87). Es a destacar, que en un país como Ruanda, en el que el 44% de la población vive en la pobreza, el nivel de paridad es superior. Allí, las mujeres tienen similar representación que los hombres en la economía y la fuerza laboral. Además, ocupan una mayoría de los 100 asientos parlamentarios.
Nicaragua también supera a su «vecino» del norte y por varios motivos: mayor participación laboral de la mujer, mayor participación política y legisladora. Sin embargo, Estados Unidos «ganaría» en terminos de equidad salarial. A igual trabajo, casi, igual sueldo en norteamérica.
Desde esa perspectiva, extrañan menos, las últimas declaraciones del presidente de Microsoft, que, a principios de octubre, tuvo que disculparse tras asegurar que “una mujer que no pide aumentos de sueldo genera buen karma”.
En términos globales, la brecha se reduce pero muy lentamente. En 105 de los 142 países analizados se han producido “cambios prometedores”. Así, “más mujeres que hombres han ingresado en la fuerza laboral en 49 países y hay un 26% más de mujeres parlamentarias en el mundo. También, un 50% más de ministras que en 2006.
1 Islandia |
2 Finlandia |
3 Noruega |
4 Suecia |
5 Dinamarca |
6 Nicaragua |
7 Ruanda |
8 Irlanda |
9 Filipinas |
10 Bélgica |
11 Suiza |
12 Alemania |
13 Nueva Zelanda |
14 Holanda |
15 Letonia |
16 Francia |
17 Burundi |
18 Sudáfrica |
19 Canadá |
20 Estados Unidos |
21 Ecuador |
22 Bulgaria |
23 Eslovenia |
24 Australia |
25 Moldovia |
26 Reino Unido |
27 Mozambique |
28 Luxemburgo |
29 España |
30 Cuba |
36 Austria |
69 Italia |
91 Grecia |
87 China |
104 Japón |
142 Yemen |