“No creo que Rato sea un bluff, pero hay diferencias muy grandes entre un banquero y un político. Una cosa es dirigir un Estado y otra dirigir un banco. Políticos y banqueros piensan de maneras muy distintas. El político busca el beneficio social y el banquero, la cuenta de resultados y en cómo obtener los recursos para pagar su financiación. Al político, cuando tiene problemas de financiación, le basta con subir los impuestos.
Dicho esto, el señor Rato es un político que en su momento lo hizo bien, aunque la situación en la que tuvo que trabajar ya era buena de por sí. Luego, cuando se ha ido a Bankia, se ha enfrentado a una Sociedad Anónima y se ha encontrado una situación de muy difícil gestión; la fusión de Caja Madrid con Bancaja, Insular de Canarias, Caja Segovia, Caja Ávila, Caja Rioja y Caja Laietana. De esta fusión nace Bankia, pero la propiedad pertenecía a las Cajas de Ahorros, cuyos órganos de gobierno, como todos sabemos, están muy politizados; los partidos políticos que dirigen la Comunidad de turno son los que tienen más representación en la Caja del lugar. Bankia provenía de las Cajas de Ahorros y ahí, como ya he dicho, solo mandaban los políticos. Esto ha sido así hasta el momento de intervención de las Cajas.
Ahora lo que se quiere es la profesionalización de estos nuevos bancos, por eso se ha puesto a Goirigolzarri en Bankia. En Goirigolzarri vemos a un banquero puro. Él sabe y conoce los bancos; ha estado en puestos de máxima dirección en el BBVA”.
– Miguel Ángel Bernal Alonso es profesor del IEB.
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«Es una pregunta complicada. Las personas tienen un resultado en función de las circunstancias. No se puede juzgar a una persona solamente por una acción en una situación dada, sino por su conducta a lo largo de toda su trayectoria profesional. A tenor de lo dicho, se puede deducir que Rodrigo Rato es una persona con grandes habilidades políticas.
En cuanto a su situación actual, Rato ha tenido que trabajar en unas circunstancias muy especiales, con unas Cajas de Ahorros que fueron gestionadas de un modo que provablemente
hubiese sido diferente sabiendo lo que luego iba a ocurrir. A veces se tiene buena suerte y a veces se tiene mala suerte”.– José Ramón Pin Arboledas es profesor del IESE.