Son los Presupuestos Generales del Estado (PGE) más optimistas del Gobierno de Rajoy porque se basan en unas perspectivas de recuperación que algunos tachan de excesivas. Así, en el cuadro macroeconómico, el Ejecutivo aumenta las previsiones de crecimiento para el 2014 (hasta el 1,3%) y 2015 (hasta el 2%). Unas previsiones que según el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, por primera vez “coincide con el consenso de analistas”, es decir con los cálculos de las principales instituciones especializadas. Precisamente ayer, Deutsche Bank elevó desde el 1% al 1,2% su previsión de crecimiento para 2014 y desde el 1,8% al 1,9% la de 2015. Y el panel de Funcas (Fundación de Cajas de Ahorros) estimó a mediados de mes que la economía española crecerá un 1,3% en 2014 y un 2% en 2015.
Eso a pesar que el Banco de España, alertó en su boletín de septiembre sobre la desaceleración del consumo y la «posible ralentización» del crecimiento. Un frenazo causado por nuestros principales socios europeos y el frenazo a su crecimiento. Actualmente de entre las cuatro grandes de la economía de la eurozona, la española es la única que crece. Alemania registra un crecimiento negativo, Francia se ha estancado e Italia se encuentra oficialmente en recesión. De momento, el titular de Hacienda prefiere verlo por el lado positivo, “España ha pasado de ser el problema de la eurozona en 2012” a la campeona, y recuerda que Europa “no está en recesión, (…) lo que debe hacer son reformas estructurales y presupuestarias”.
El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, también considera las previsiones macroeconómicas como “prudentes y realistas”.
El titular de Economía ha insistido que las hipótesis que se han empleado son conservadoras y se ha tenido “en cuenta el peor comportamiento de la economía internacional”.
A pesar de todo, también sobre el empleo planea una dosis de optimismo. “Es la primera vez en la historia que con un crecimiento del 1,3% España está creando empleo neto”, ha resaltado Montoro. Así, los PGE estiman que la tasa de paro media de 2014 será del 24,7% y del 22,9% en 2015. Por ello, se considera un aumento en los ingresos de cotizaciones sociales y se rebaja un 15% el gasto en prestaciones.
Perspectivas que por muy prudentes que sean ya han sido tachados de electoralistas. UPyD dice que no se cumplirán y son poco realistas. El portavoz adjunto de la Izquierda Plural, Joan Coscubiela, los califica como «un nuevo ejercicio de ciencia ficción» porque no servirán para la recuperación económica y el crecimiento del empleo. Son, según Coscubiela, «electoralistas» porque se hacen «regalos fiscales a aquéllos que (el PP) cree que le pueden votar». Un diagnóstico similar al que ya hizo el PSOE el viernes.
También el portavoz de Convergència i Unió (CiU) en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, desconfía de los cálculos del Ejecutivo. En concreto, no ve «coherente» que el Gobierno confíe en un incremento de los ingresos tributarios del 3,5% cuando ha reconocido que la reforma fiscal tendrá un coste de unos 9.000 millones de euros para las arcas públicas. CiU teme que el recorte del 3,2% en el gasto «se cebe en la congelación de las retribuciones de los funcionarios y la asfixia a las comunidades autónomas».
Montoro, sin embargo ya ha replicado: unos presupuestos en los que se recorta gasto y se tienen en cuenta los objetivos de déficit no pueden ser electoralistas. El titular de Hacienda dice que se puede cuestionar el cuadro macroeconómico, pero no se puede decir que las cuentas están influidas por las elecciones de 2015. «¿Son electoralistas? No, pero nos van a hacer ganar la recuperación económica», ha dicho Montoro, tras defender las principales partidas de las cuentas y el peso del gasto social, que alcanza ya los 187.408 millones tras subir al 53,9% desde el 52,7% de 2013.