La larga depresión económica de la zona euro, que el año pasado estuvo muy cerca de caer de nuevo en situación de recesión, y las dudas sobre la evolución de un gigante como China han jugado un papel relevante en la dramática caída del precio del petróleo que arrancó en junio pasado y que desplomó el precio del crudo desde los tres dígitos hasta niveles inferiores a los 50 dólares por barril en la referencia brent.
Pero, poco a poco, dos áreas económicas decisivas para el futuro del precio del oro negro están ofreciendo síntomas de reactivación. Una mejora que alimenta las expectativas de los analistas –hay no obstante una gran división de opiniones- que creen que (aunque el precio no volverá por encima de los 100 dólares en mucho tiempo) la caída de los precios ha tocado fondo.
La última encuesta de Markit apunta a que el crecimiento en la zona euro en el primer trimestre del año se situará en el 0,3% con las cuatro mayores economías de la región creciendo en bloque. Una circunstancia esta última que no se daba desde abril del año pasado.
Markit cree que varios factores clave se están alineando para que se pueda afirmar que el escenario está mejorando. Entre ellos cita la reducción de la incertidumbre sobre la situación de Grecia, la mejora de las exportaciones que provoca la debilidad del euro (que está cayendo alrededor de un 8% frente al dólar desde que empezó el año) y el optimismo generado por el programa de compras de activos que esta semana activa del Banco Central Europeo (BCE).
Aunque a varias velocidades y todavía con fragilidad, Europa empieza a ofrecer signos inequívocos de que lo peor está quedando atrás. En gran parte, gracias al impulso de la gran locomotora alemana, que creció un 0,7% en el último trimestre del año pasado, tanto como España.
Pero ningún país compra más petróleo que China, cuya economía lleva varios trimestres bajo sospecha. Sin embargo, los últimos datos son alentadores. En febrero, la actividad del sector manufacturero superó las previsiones y el índice PMI, que subió hasta los 50,7 puntos, consiguió su mejor registro en siete meses.
Además, el indicador de actividad del sector servicios de China se situó en febrero en 53,9 puntos desde los 53,7 del mes anterior. Una lectura del índice PMI superior a los 50 puntos indica expansión de la actividad en el sector, mientras que un resultado inferior a dicho umbral supone contracción.
Cifras esperanzadoras para el futuro inmediato de dos economías claves para determinar hasta qué punto (y más allá de los decisivos factores geopolíticos) el rebote de los precios del crudo en febrero será sostenible o no en el tiempo.