No son los “hombres de negro” de la troika, pero su influencia sobre la política económica de la eurozona es comparable. Moody’s, Standard & Poor’s, o Fitch… una bajada de nota por sorpresa, hacía temblar la prima de riesgo. En esa época, 2011, cuando comenzaba lo peor de la crisis del euro, fue cuando Michele Napolitano llegó a Fitch. El actual director de ratings soberanos ha pasado por Madrid para dar una ponencia durante la presentación anual del Credit Outlook de la agencia.
Es, como el mismo explica preguntado por Teinteresa, el “economista primario” que en el caso de España estudia su calificación. Lo relata como un proceso muy sencillo: “el economista propone la calificación a un comité, que después vota sobre la propuesta. Es una decisión democrática”.
El próximo dictamen sobre España llega el 24 de abril. Parece que quedan lejos las turbulencias de junio de 2012, cuando Fitch degradó la nota de España, de golpe, tres escalones. Desde una preciada A hasta BBB (dos escalones de distancia del denominado “bono basura”). Hace menos de un año España comenzó a remontar ese camino y añadió un “+” a esas “BBB”. La mejora de las condiciones financieras, una perspectiva económica más positiva y a la evolución de las cuentas públicas, fueron según Fitch, los principales motivos.
Pero todavía estamos muy lejos de la preciada “AAA+”, el sobresaliente, la máxima calificación.
¿Puede dar pistas Napolitano sobre qué pasará en abril?, absolutamente no. Aunque en base a la presentación del “Credit Outlook” y el «Fitch Fundamentals Index» (FFI), se puede decir que las cosas han mejorado. Hay, un poco de todo: “España es el único país en el que he visto señales positivas y hemos revisado al alza nuestra previsión de PIB. Los riesgos políticos han aumentado y eso puede constreñir las acciones positivas. Fiscalmente va en la buena dirección pero hay incertidumbres ante Cataluña y las elecciones. Eso se debe tener en cuenta”, advierte.
Así, los principales riesgos serían la inestabilidad política (por Podemos y Catalunya) o desviarse de la consolidación fiscal. Grecia, el éxito del QE, el auge de Podemos o el pulso soberanista… Hasta abril todavía seguirán muchas incógnitas abiertas.