El 4% del PIB mundial transita por las frías aguas del mar Báltico, suficiente, para que esa actividad pueda dar una idea del estado del comercio internacional. Como han explicado desde Capital at Work, durante su último desayuno informativo.
“El mar Báltico, concentra un importante tránsito de mercancías, y el Baltic Dry Index (BDIY) es un indicador adelantado muy válido de la temperatura económica mundial, puede llegar a anticipar el crecimiento y la caída en Europa y Estados Unidos”, ha explicado durante el encuentro Jaime Sémelas, Analista jefe de Capital at Work.
En realidad el Índice Baltic Dry promedia los costes de 24 rutas marinas, refleja la tasa diaria del transporte marítimo para las materias primas secas a granel, es decir, del hierro, carbón, cobre o cereales.
Pero el BDIY no atraviesa precisamente su mejor momento. Desde que comenzó el año ha retrocedido un 34%, según el diario Le Monde. Hoy ha cerrado en 524, y la semana pasada marcó su nivel más bajo desde 1986, 516 puntos. Mientras bolsas, como la alemana, se disparan a máximos históricos, o las previsiones del FMI y la OCDE apuestan por el crecimiento mundial, el BDIY no aporta motivos para el optimismo.
“El Baltic Dry Index “pronosticó” la crisis de 2008, aunque su importancia ha decaído en los últimos años”, explican en Capital at Work.
Por ese motivo, su desplome podría ser menos alarmante que en otras épocas. Desde la publicación Atlántico, el profesor de historia económica de la Universidad Paris-Dauphine, Philippe Chalmin, matiza que no es “una bola de cristal (…) representa solo una parte del transporte marítimo: ¾ del flujo de minerales y un cuarto del flujo de los productos agrícolas mayoristas. No recoge el flujo del mercado líquido y de las mercancías de los contenedores”.
A grandes pinceladas, el Baltic Dry indica la demanda de transporte marítimo en comparación con la oferta. Si aumenta la demanda de transporte, y hay más cargas que barcos, el BDIY sube. En caso contrario desciende. El problema, según Charmin, es que ahora hay un exceso de ofertas de barcos.
“Si la tasa de transporte se ha desplomado, es simplemente porque se ha producido un exceso de inversión por parte de los armadores y las mineras como Vale, en Brasil.
Encargaron barcos enormes, llamados “Valemax” que han llegado al mercado y exceden la oferta”, tranquiliza el profesor. Por eso, considera que en esta ocasión, la bajada del indicador no anticipa ni una ralentización de la economía china, ni del PIB mundial.