París, Londres, Bruselas, Roma, Madrid… Los gobiernos europeos se están poniendo duros con las empresas tecnológicas estadounidenses que, con sede oficiosa en Irlanda, pergeñan complejos esquemas fiscales para eludir impuestos, como Google o Apple. Ahora, algunos de esos gobiernos creen incluso que han cruzado la línea roja de la ilegalidad, es decir, que han pasado de la elusión (legal) a la evasión fiscal (fraude).
La entrada de efectivos de la Agencia Tributaria en dos sedes de Google España en Madrid para registrarlas este jueves ha llegado, como corresponde, por sorpresa. Los trabajadores que no se encontraban ya en el edificio de Torre Picasso han sido avisados de que no acudieran a la oficina, según ha podido saber TeInteresa.es. Nadie puede entrar o salir en medio de tales registros.
La fanfarria, en todo caso, ha sido menos espectacular en la operación madrileña que en una muy similar llevada a cabo en la sede de París el mes pasado: entonces, hasta cien investigadores entraron de madrugada para tratar de encontrar evidencias de un fraude de hasta 1.600 millones de euros. Filtraron a la prensa que, para que no se destapara el registro antes de tiempo, habían llevado a cabo sus investigaciones desconectados de la red para evitar que Google los detectara.
Los choques de la compañía de Sillicon Valley empiezan a multiplicarse peligrosamente. En Londres también fueron investigados, y llegaron a un acuerdo de unas pocas decenas de millones de euros para saldar cuentas con la Cancillería del Exchequer (Hacienda); y en Italia se ha llegado a investigar a sus directivos de blanqueo de dinero. Bruselas investiga a la empresa por abuso de posición dominante, en España han perdido una dura batalla con los medios de comunicación por el uso que su agregador de noticias Google News hacía de la producción de los medios…
El gabinete de comunicación de la empresa no ha atendido la llamada de este reportero, pero ha asegurado en un comunicado: “Cumplimos con la legislación fiscal en España al igual que en todos los países en los que operamos. Estamos cooperando con las autoridades en España para responder a todas sus preguntas, como siempre”.
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Google vive, sobre todo, de la venta de anuncios en su buscador y aplicaciones similares. La operación trata de ver si lo que la empresa declara como beneficios de esa actividad en España se compadece con la realidad, o si, como creen los investigadores, los computan fraudulentamente como comisiones de servicios por los que pagan impuestos en Irlanda. Ese país es algo parecido a un paraíso fiscal empresarial, y tiene impuestos muy bajos a las grandes corporaciones. Un dato sirve como ejemplo: Google en Irlanda tuvo en 2015 unos ingresos de 18.000 millones de euros, por los que pagó tan solo 28 millones de euros, según rte. En España, el mismo año, la empresa declaró unos ingresos de 55 millones de euros, una cifra casi 300 veces menor.
Pero no es la única que lleva a cabo este tipo de actividades. Apple encabeza, de lejos, la cantidad de dinero “oculto” en el extranjero a ojos del fisco. En Estados Unidos su Consejero Delegado (CEO), Tim Cook, ha tenido que comparecer en el Congreso para explicar por qué esconde miles de millones de dólares en beneficios en el extranjero, por ejemplo en lugares como Irlanda.
La Hacienda española investiga a Apple por los pagos de IVA. Ha realizado al menos tres inspecciones en este sentido en los últimos años, según ha podido saber este reportero con anterioridad. Este tipo de empresas se han convertido en “caza mayor” para la oficina de Grandes Contribuyentes de la Delegación, sobre todo en lo que a trucos como llamado “doble irlandés” (double Irish). Desde febrero, cuando se aprobó el nuevo plan de control tributario, se han puesto incentivos para los inspectores que logren controlar las empresas que llevan a cabo este tipo de planificación fiscal internacional.