Lleva meses anunciándolo, y adelantándolo de manera extra-oficial. Finalmente ha llegado el momento en el que el Gobierno deba actualizar el cuadro macroeconómico que se envía a Bruselas, con unas previsiones para la economía española.
Si sigue la estela de los principales Think tank y del propio Banco de España, el incremento del PIB debería ser superior al 2,5% para este año y una tasa de paro se iría moderandoprogresivamente hasta acercarse al 20% en 2016.
El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, aseguró la semana pasada que los datos interanuales de paro y empleo del primer trimestre implican que la economía española ha empezado 2015 creciendo a un ritmo superior al 3%.
Y no es el único que así lo ha visto. El IESE y Funcas, también. En cualquier caso, el Gobierno mejorará sus cifras el jueves y previsiblemente las aproximará a las del Banco de España, que contemplan un PIB del 2,8% para este año y del 2,5% en 2016.
En el lado contrario está la Comisión Europea, que actualizó por última vez sus cifras en el mes de febrero y mantiene, desde entonces, que España crecerá un 2,3% este año y un 2,5% en 2016. El Fondo Monetario Internacional (FMI), por su parte, espera un incremento del PIB del 2,5% en 2015 y del 2% en 2016. En lo que sí coinciden casi todos los analistas es en que el crecimiento cogerá fuerza este año, pero irá perdiendo pulso en 2016, por factores como la estabilización del precio del petróleo.
Organismo |
Previsión de crecimiento de PIB para 2015 |
Funcas |
3% |
BdE |
2,8% |
FMI |
2,5% |
CE |
2,3% |
Con respecto a las previsiones de la tasa de paro, hay consenso con respecto a un descenso en torno al 22,2% en 2015 y al 20,4% en 2016,
El Ejecutivo ya ha dicho en varias ocasiones que espera que la economía sea capaz de crear al menos medio millón de empleos este año y considera posible mantener ese ritmo siempre que se persevere en el «impulso reformista y en el tono de la política económica».
De Guindos se mostró conovencido el sábado, que España «va a crear este año 600.000 empleos y tiene un sistema bancario que se percibe como saneado, agregó, y una posición de índices de confianza completamente distinta (a 2011)».
Reforma fiscal y de la financiación autonómica
Rajoy martilleaba en su último mitín el mismo mensaje. «Lo peor que se puede hacer ahora es cambiar la política económica» aseguraba desde Salamanca.
Y es que todavía hay reformas pendientes. Junto al cuadro macroeconómico, el Ejecutivo aprobará la actualización del plan nacional de reformas, que debe también enviar a Bruselas antes del 30 de abril.
Aunque ya están casi todas las reformas en marcha, sigue pendiente la de la financiación autonómica, una modificación legal que las comunidades reclaman al Ejecutivo desde hace tiempo y que el Gobierno ha preferido dejar para después de las elecciones municipales.
Junto a esta reforma el Gobierno planteará la segunda vuelta de la reforma fiscal, con cambios en los impuestos más autonómicos. De hecho, los planes iniciales del Ejecutivo contemplan un incremento de los impuestos medioambientales, especiales y otros indirectos.
La deuda seguirá en aumento
Además, y muy ligado a las previsiones de crecimiento, el Ejecutivo aprobará la actualización del programa de estabilidad, con los objetivos de déficit para los próximos tres años. El año 2014 se cerró con un saldo negativo de 60.147 millones, el 5,68% del PIB.
Aunque la cifra se quedó por debajo del objetivo impuesto por Bruselas (5,8%), superó ligeramente el que se había fijado el Gobierno para ser un poco más ambicioso y dada la mejora de la situación económica (5,5%).
En el programa actual figura un déficit del 4,2% para 2015, del 2,8% para 2016 y del 1,1% para 2017. De esta forma, España cumpliría con el pacto de estabilidad y crecimiento el año que viene, al dejar el salgo negativo de las cuentas por debajo del 3%. En 2017, sólo la Administración Central seguiría en déficit, el resto de niveles de administración habría saneado ya sus cuentas.
La deuda, por su parte, acabó el año en el 97,7% del PIB, casi dos puntos por debajo del objetivo que inicialmente se fijó el Gobierno en el programa, que rozaba ya el 100% del PIB (99,5%). Según las previsiones oficiales, la deuda seguirá subiendo en 2015 y se estabilizará en 2016 para empezar a bajar posteriormente.