España es hoy el »buen alumno» europeo. Lo dicen desde el Deutsche Bank hasta el Banco de España. Las cifras ponen de relieve que en macroeconómicamente hablando, el cambio de cilo económico está aquí.
En su comparecencia de hoy en el Congreso de los Diputados, el Gobernador del Bando de España, Luis María Linde, ha reiterado que nuestro PIB podría acercarse al 2% a final de año. Un pico de crecimiento si tenemos en cuenta que es una cifra no alcanzada desde 2007. Al tiempo que admite que hay nubarrones desde Europa, Linde también cree que la tasa de paro seguirá disminuyendo.
Lo que de momento estima innecesario es entrar en el debate de los salarios, es más, le parece una «discusión absurda» porqu de cada empresa y sector. Linde cree que se debe la perspectiva con respecto a las subidas de sueldo generalizadas y ha alabado el efecto de la reforma laboral que freno un crecimiento disparatado de salarios.
Y sin embargo, hasta la OCDE o el FMI han alertado sobre la incidencia que puede tener ese descenso de rentas en la desigualdad del país, y también en el consumo interno, un factor por ahora destacado del crecimiento.
De puertas para adentro, el Banco de España no es el único que considera que el proceso de devaluación interna ha sido positivo pero debe continuar.
El proceso de devaluación interna ha contribuido a reducir los costes laborales y a mejorar los beneficios empresariales, por lo que ha aumentado el atractivo de la inversión en España. En Funcas subrayan que las ganancias de competitividad apoyadas en menores sueldos son en parte motivo del impulso a las exportaciones.
Vicente Salas señala que la reducción de los costes laborales y el aumento de los beneficios empresariales en los últimos años sientan las bases de una recuperación de la economía española sostenida por la inversión empresarial. Sin embargo, María Jesús Fernández cree que hay otros factores que también han tenido un papel importante. En su opinión, la explicación es que España tiene un reducido peso en el comercio internacional y los precios de sus exportaciones se mueven en sintonía con los de sus competidores, sin recurrir a la competencia en precios como arma para ganar cuota de mercado.