A pesar de que los últimos datos son desconcertantes por contradictorios, cada vez son más las voces que se suman al coro que anuncia la resurrección del mercado inmobiliario español. La última es de la de Financial Times (FT), que asegura que hay “signos de vida” en el negocio de la compra y venta de viviendas en España. Para justificar su afirmación pone como ejemplo el repunte de la actividad en Seseña, uno de los grandes iconos del boom inmobiliario español.
Según el diario, aunque las perspectivas de un crecimiento rápido son escasas, en la macrourbanización toledana se empiezan a percibir algunos cambios. FT asegura que en el gran sueño inmobiliario del célebre Paco El Pocero –donde los pisos de dos habitaciones se están vendiendo por debajo de los 80.000 euros- ya no hay que conducir hasta el pueblo de al lado para comprar el pan y que la ocupación de los bloques ya está en más de la mitad.
Con Seseña como hilo conductor sobre la teoría de la recuperación del ladrillo español, FT ha hablado con el director de operaciones de Sareb. Luis Martín Guirado asegura que “la demanda está viva y está creciendo. Hemos dejado atrás el punto más bajo”. Y confía a la recuperación de la economía española el repunte de la actividad en el mercado inmobiliario. “Hay muchas personas que han mantenido su puesto de trabajo durante la crisis, pero que han estado muchos años preocupados por no perderlo. Ahora perciben que la economía se está recuperando, que vuelve la financiación y que los precios han caído”.
FT destaca que el precio de la vivienda subió un 0,8% en el segundo trimestre del año, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Se trata de la primera subida desde que estalló la burbuja inmobiliaria hace seis años. En cualquier caso, las grandes cifras alrededor del mercado inmobiliario ofrecen fotos fijas tan divergentes como contradictorias.
El buen dato del INE contrasta con el del Ministerio de Fomento, que se sitúa en el polo opuesto y dice que en el mismo período los precios cayeron otro 2,9% hasta los niveles más bajos en un decenio. Y tampoco se ponen de acuerdo los analistas de las grandes agencias de calificación. Los de Fitch aseguran que ya se ve la luz al final del túnel, mientras que los de Moody’s auguran que los precios seguirán bajando un año más por el elevado ‘stock’ y las cifras de paro.
Gran división de opiniones
Por lo tanto, hay una enorme división de opiniones. Sin embargo, sí se puede afirmar que lo peor ha pasado en el sector. Los precios están moderando su ritmo de caída (hay zonas del país en las que incluso están repuntando, aunque en otras el margen de descenso sigue siendo muy elevado) y la financiación vuelve poco a poco al sistema.
Aunque las cifras siguen siendo modestas, la firma de hipotecas para comprar una casa ha subido por segundo mes consecutivo en julio. Lo más significativo es que el ritmo de crecimiento ha sido del 28,8% respecto al mismo mes del año pasado, casi diez puntos porcentuales por encima de los niveles de junio. El importe medio de las hipotecas constituidas sobre viviendas alcanzó en el séptimo mes del año los 100.866 euros, un 0,3% menos que en igual mes de 2013.
Que los bancos empiezan a soltar el freno poco a poco se demuestra también en que algunas entidades están resucitando las hipotecas que financian el 100% de la vivienda. Una modalidad que despareció totalmente tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria y que ahora vuelve de la mano de entidades como Ibercaja o la Caja de Ingenieros. De momento, son la excepción a la regla –la banca financia normalmente el 80% del valor total- pero también un signo de que algo empieza a cambiar en el entorno del crédito.