El Fondo Monetario Internacional inaugura su reunión anual con el Banco Mundial con esa actualización de las previsiones de crecimiento. Advierte, que el ritmo de recuperación es muy diverso.
España sobresale en las previsiones. Mejoran sus perspectivas de crecimiento al 1,3% este año y un 1,7% el próximo. Es una décima más que lo estimado en julio. Se alinea así, con la última previsión del Gobierno.
«El crecimiento en España se ha reanudado soportado por la demanda externa, así como por una demanda doméstica más alta como reflejo de la mejora de las condiciones financieras y la mayor confianza», destaca la institución.
Además rebaja la estimación de la tasa de paro, que cerraría 2014 en el 24,6% (tres décimas menos que en la anterior previsión), y bajaría al 23,5% en 2015. El cuadro macroeconómico manejado por el Gobierno espera que la tasa de paro se sitúe este año en el 24,7% y pase al 22,2% en 2015.
Frente a España, el FMI también constata la ralentización de la eurozona porque la periferia todavía debe resolver el “legado” de la crisis del euro, y porque los países del norte no consiguen arrancar de un crecimiento débil. El organismo todavía hay que mejorar los balances de los bancos y la deuda pendiente de las empresas y familias. “En tanto que la demanda sigue siendo débil”.
Sostiene que la lenta recuperación de la zona del euro ha provocado un nuevo debate sobre la política fiscal y apunta que “sí hay margen” para que sostenga la recuperación. Llega incluso a mantener que no se debería descartar la inversión en infraestructuras, incluso financiadas con deuda, para aumentar el crecimiento. Olivier Blanchard, el economista jefe del FMI, cita además tres peligros que se ciernen a nivel mundial:
-Un exceso de confianza en el efecto de los tipos de interés bajos “que se debe vigilar”. Sin embargo también apunta que mientras la demanda se mantenga débil, las medidas expansivas y los bajos tipos de interés deberán permanecer.
-Las tensiones geopolíticas especialmente sobre Ucrania y Oriente Próximo.
-El riesgo de deflación en la eurozona. “No es nuestro punto de partida ya que creemos que los fundamentales, lentamente, se recuperan, pero si sucede será el mayor problema al que se enfrente la economía mundial”. Un punto que toca a España porque considera que se enfrenta a un «alto riesgo» de deflación en 2014, a pesar del fortalecimiento de la recuperación económica.
Espera que la tasa de inflación media en España en 2014 sea del 0% y repunte al 0,6% en 2015. Según el modelo empleado por la institución en su simulación, que establece una escala de cero a un punto, España cuenta con una vulnerabilidad ligeramente superior a seis décimas, lo que implica un «alto riesgo».
De este modo, el FMI mantiene su preocupación por la evolución de los precios en España, algo de lo que ya había advertido el pasado mes de abril, aunque en su informe de octubre sitúa a Grecia por encima de España como país más vulnerable a la deflación con 0,7 puntos, mientras la economía mundial en su conjunto cuenta con un riesgo bajo, al obtener una puntuación algo inferior a 0,2.
Y es que considera que “el mayor reto, tanto para las economías avanzadas como para las emergentes”, señala Blanchard, “es ir más allá del mantra general de reformas estructurales, e identificar cuáles son más necesarias y políticamente realizables”, concluye.