La respuesta oficial del Eurogrupo se conocerá el viernes por la tarde, pero Berlín no ha esperado demasiado. Pocas horas después que el presidente del Eurogrupo confirmara la recepción de la demanda helena, Alemania ya ha dado su respuesta.
«La carta procedente de Atenas no es una propuesta sustancial de solución», comentó el portavoz del ministerio de Finanzas alemán, Martin Jäger, en un breve comunicado. «En realidad, pretende obtener una financiación-puente, sin cumplir con las exigencias del programa (…) La carta no responde a los criterios definidos por el Eurogrupo», considera.
El equipo del Primer Ministro, Alexis Tsipras, ha hecho un ejercicio de contorsionismo para mantener la financiación y poder defender la solicitud de puertas adentro. Por un lado, formalmente intenta esquivar que se presente como una petición de »rescate» y lo presenta como una extensión de la financiación hasta agosto. Atenas ha pedido una extensión específicalmente del llamado Master Financial Assitance Facility Agreement, que es el nombre técnico del acuerdo de ayuda entre el FEEF (fondo de rescate) y Grecia.
Pero lo más importante, y lo que disgusta a Berlín es que establece una serie de condicionantes. Yanis Varufakis, el ministro de Finanzas griego, dijo hace dos días en una entrevista a la televisión pública alemana ZDF, que había “tres o cuatro condicionantes”, mientras que Alemania ya ha dejado claro que no está dispuesta a permitir «disociar» las ayudas de las reformas.
Es decir, se trata de una extensión de seis meses del «acuerdo de préstamo» europeo, que no incluye la prórroga del «memorando» en curso. Se promete a cambio un «equilibrio presupuestario» (cumplir con el déficit) durante ese período.
Reconoce la supervisión de la troika
Según el documento remitido por Grecia, y al que ha tenido acceso la agencia Reuters, Atenas reconoce la supervisión de la troika (Comisión Europea, Fondo Monetario Internacional y Banco Central) durante los seis meses que dure la extensión. Además reconoce el «carácter vinculante en su contenido financiero y de procedimiento» de los compromisos firmados en 2010, y asegura que «cumplirá sus obligaciones financieras con todos sus acreedores».
También se compromete a poner en marcha inmediatamente la lucha contra la evasión fiscal y la corrupción.
En el otro lado, también apunta a que podrá adoptar iniciativas frente a «la crisis humanitaria» que vive el país para permitir la consolidación del crecimiento. Es decir, mantendría las medidas anunciadas y promovidas durante la campaña electoral, como la electricidad gratuita para las familias con menos recursos.
Los griegos señalan además que deben negociarse es exigencias de superávit primario. Otro »punto caliente». Durante las negociaciones del pasado lunes, Grecia pidió reducir a un 1,5% el superávit primario para 2015. Ahora se ha fijado en un 3%. Su reducción implicaría para Grecia «ganar» 7 billones de euros.
El diario Le Monde, llegó a hablar de reunión vía telefónica para “evitar reunir en una misma habitación a Yanis Varoufakis, el ministro de Finanzas griego, y Wolfgang Schäuble, su homólogo alemán. Sus relaciones se han deteiorado considerablemente los últimos días”.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, se mostró mucho más conciliador que el ministerio alemán respecto a la propuesta griega, que calificó de «señal positiva» que «abre la vía a un compromiso» .
«Juncker tuvo numerosos contactos toda la noche y ve señales positivas esta mañana en la carta que abre la vía a un compromiso razonable» indicó uno de sus portavoces.