La crisis de la deuda ha puesto contra las cuerdas a dos economías de peso de la zona euro, las de España e italia. Hasta la fecha, España no ha padecido el nivel de presión que ha sufrido Italia pero en el mes de noviembre del 2011 se acercó mucho.
Eso es lo que se desprende si nos atenemos a la prima de riesgo, el principal barómetro de esta crisis. El índice que mide el diferencial entre el bono italiano a diez años y el alemán del mismo plazo, llegó a alcanzar los 574 puntos básicos. Con niveles inferiores Irlanda, Grecia y Portugal debieron acogerse a planes de rescate internacionales.
Aunque España si llegó a rozar la fronterea de los 500 puntos, su prima de riesgo nunca avanzó tanto. Las diferencias entre el índide italiano y el español, en 2012, se han acrecentado. Mientras que la prima de riesgo española se ha estabilizado en un margen cercano a los 350 puntos, la italiana continúa superando los 500.
España e Italia son economías con males y fortalezas diferentes.
-El paro, en España supera ampliamente el de Italia. Más de un 20% de desempleo frente al 8,6% italiano.
–El ratio de deuda con respecto al PIB también es un factor importante. Las últimas presiones de la Comisión Europea en cuánto a deuda pública realizadas a finales de noviembre: la deuda pública de España se situará en el 74% del PIB en 2012, mientras que para Italia preveía el 120,5% de deuda con respecto al PIB.
La media de la UE-27 sería de 82,5%, Alemania, un 81,2% y Francia 89,2%.
A pesar que el nivel de la deuda del país transalpino es «históricamente más elevado» que el España, Mario Monti siempre ha defendido, la última vez a finales de diciembre, que su país está «mejor situado que España» frente a la presión de los mercados. Dos de los puntos señalados por Monti como fortalezas italianas son la tasa de ahorro real de su país, más elevada que la española, y un sector bancario más saneado.
A pesar de estas diferencias, lo que sí han tenido en común Madrid y Roma ha sido la apremiante necesidad de efectuar reformas estructurales para restaurar la confianza de los mercados. Los recortes y la subida de impuestos son su punto común.