Emilio Botín vuelve a mover ficha con su gestora. Hace ya cinco largos años, cuando verificó que la crisis había llegado para quedarse, que el banquero cántabro promovió la venta de su gestora de fondos de inversión. Hubo negociaciones con varios interesados, pero nadie puso los entre 3.000 y 4.000 millones de euros que Santander pedía por un negocio que apenas había empezado a notar el impacto de la crisis.
Ningún grupo dio el paso, sabedor de que el de los fondos de inversión iba a sufrir una larga travesía del desierto, como ya ha sucedido. Ahora, con los grandes grupos financieros intentando revitalizar el negocio de la inversión colectiva para captar el dinero que sale de los depósitos bien por miedo o bien por la caída de las rentabilidades, el primer banco español vuelve a la carga.
Intenta vender alrededor del 50% de la gestora. Pero si quiere llegar a un acuerdo, Botín podría tener que rebajar sus pretensiones. Los analistas del broker de otra entidad financiera, Bankia Bolsa, creen que la venta de la mitad de la gestora reportaría a Santander unos 1.000 millones de euros.
Esta por ver hasta que punto estaría de acuerdo Santander con un precio como el que calcula el broker del banco que preside José Ignacio Gorigolzarri, pero queda claro que si quiere vender tiene que aplicar un jugoso recorte a sus expectativas de ingresos. Las cifras no engañan y dicen que los más de 60.000 millones que gestionaba el banco antes de la crisis han quedado reducidos a la tercera parte.
Son varias las firmas internacionales que tratan de aprovechar las necesidades de liquidez de las entidades financieras españolas para negociar la compra de sus gestoras de fondos. Nombres como los de BNP Paribas y JPMorgan están sonando fuerte en los últimos días. Ya veremos si Botín baja el listón que en 2008 no quiso tocar.