El tipo gana diez millones de dólares al año y tiene un “sobresueldo” en acciones de la compañía valorado en 500 millones más. Y, sin embargo, en los cinco años que lleva al frente de la compañía, Tim Cook, su Consejero Delegado actual, no ha conseguido ni un solo superéxito de innovación. En eso se diferencia claramente de su predecesor y fundador, Steve Jobs: fue él quien que lanzó, en su última década como presidente, el iPod, el iPad y el iPhone. ¿Dónde está la revolución, dónde la huella de Cook, dónde la innovación que ha hecho grande a Apple?
Ingresa mucho dinero pero, ¿hasta cuándo?
Tim Cook ha convertido a la empresa de la manzana en una máquina de hacer dinero, eso sí. Apple ha anunciado este martes unos beneficios de más de 7.000 millones de en el tercer trimestre de su año fiscal, cerrado el pasado 25 de junio. Las ventas de abril, mayo y junio han ascendido a 38.500 millones de euros. Es una barbaridad de ingresos, más del doble de lo que gasta en sanidad un país como España en ese tiempo.
Y, sin embargo, estos datos estratosféricos suponen una caída: descenso del 28% en la cifra de beneficios netos y del 14% en la de ventas si se compara con los datos del mismo trimestre del año anterior. Además, lo que viene por delante no pinta mucho mejor. Ha reducido sus previsiones de ganancias el trimestre que viene.
Las ventas del ya clásico iPhone han caído un 15% con respecto al mismo trimestre del año anterior.
Una empresa lejos de la innovación del pasado
En 2012, Cook tuvo que escribir a sus clientes pidiendo disculpas: la aplicación de mapas incluida en el iPhone era un desastre comparada con su competidora Google Maps: “No hemos cumplido nuestro compromiso [de permitir la mejor experiencia posible]. Lamentamos mucho la frustración causada”.
Parece que la empresa ha perdido el “espíritu Jobs”, aquel que conseguía innovar. No tanto en la tecnología (algunas de las patentes son copiadas y se pelean en los tribunales, y otros productos son agregaciones de patentes compradas), sino sobre todo comercialización y marketing: creaban una necesidad imperiosa de comprar productos extremadamente caros. Por el camino cambiaban radicalmente la sociedad contemporánea.
Financieramente la empresa sí que ha innovado. Quizá por ello su director financiero (CFO en sus siglas en inglés), Luca Maestri, gana más que el jefe en sueldo: 25 millones de dólares. Cook tuvo que comparecer ante el Senado de los Estados Unidos para explicar por qué la empresa esconde en el extranjero un “cofre” con centenares de miles de millones de dólares. Ha creado un complejo esquema fiscal en el que los beneficios se cargan donde a Maestri le viene en gana. En sus respuestas ante el Congreso, Cook fue explícito: no lo repatría porque no quiere pagar los impuestos que pide el Tío Sam.
“La caída de ingresos de Apple se convierte en tendencia”
El lanzamiento de los productos de Apple sigue teniendo una enorme repercusión mediática. Las televisiones hacen publicidad gratuita a la empresa de Cupertino, graban las colas nocturnas a la espera del producto, ensalzan sus ventas, muestran la pasión sin límites de los amantes de su tecnología… A la prensa le gusta Apple.
Pero en algunos medios especializados, empieza a perder garra. “La caída de ingresos de Apple empieza a ser tendencia habitual”, titulaba hoy la estadounidense www.qz.com. Otros se preguntan qué ha sido del Apple Watch, un teléfono que ya está en el mercado pero con escaso o nulo éxito.
Por supuesto, es muy, muy pronto para enterrar a Apple o a Cook o nada que tenga que ver con esa gallina de los huevos de oro que sigue siendo el iPhone. Pero los números son los números, y Apple, últimamente, está perdiendo fuelle.