Las condiciones para la venta de Aena ya son públicas. Por una parte, confirman las líneas maestras de la operación que ya eran conocidas: se colocará un 21% del capital entre un grupo de inversores de referencia que comprarán –cada uno- entre un mínimo del 5% y un máximo del 11% del capital. Dicho de otra forma, entrarán entre dos y cuatro inversores que deberán contar con una liquidez de 250 millones de euros o con la financiación necesaria.
El grupo público lleva muchos meses moviéndose para conseguir un núcleo duro fuerte y prestigioso. No ayuda que el Estado vaya a mantener el 51% de las acciones, lo que resta atractivo para los candidatos industriales, que sienten que no tendrán voz y voto en una compañía en la que ostentarían una participación meramente financiera.
Si encajaría en el modelo que ha ideado el Estado Corporación Alba. El brazo armado en los mercados de la familia March es una de los nombres que suena con fuerza para incorporarse al capital de Aena. En cualquier caso, cualquier posible comprador deberá disponer de un balance de al menos 1.000 millones de euros, con la excepción de los family office, para los que el listón baja hasta los 500 millones.
Esta primera parte del proceso servirá para testar hasta dónde están dispuestos a llegar los inversores profesionales. Después de la elección del grupo de potenciales compradores que será invitado a presentar ofertas, éstos deberán concretar qué precio máximo están dispuestos a pagar para convertirse en accionistas significativos de Aena.
No se podrá pujar por un precio inferior a los 22,67 euros –lo que supone valorar Aena en al menos 3.400 millones de euros- y sólo a partir de los 34,33 puntos los concursantes ganarán puntos sobre sus rivales de cara a la decisión definitiva. En cualquier caso, el precio definitivo que pagarán será el que se fije en la oferta pública de venta para los inversores cualificados.
La valoración mínima de 3.400 millones de euros ha despertado las críticas del PSOE, que acusa al Gobierno de de vender Aena a precio de saldo y de provocar con el diseño de la operación un “accionariado fraccionado”. El PSOE acusa al Gobierno de que querer vender el gestor de los aeropuertos “a precios de saldo a empresas afines”.
Los grupos interesados tienen hasta el próximo 23 de septiembre para presentar sus ofertas y la compañía les comunicará seis días más tarde si han superado el primer corte. En ese momento se abrirá un nuevo plazo, hasta el 7 de octubre, para la presentación de toda la documentación necesaria. Los grandes holding inversores y los family office están estudiando a fondo la operación.
Una vez cerrada la primera parte del proceso, arrancará la OPV. Según la hoja de ruta de la operación, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) debería dar el visto bueno al folleto de la operación en octubre y la compañía –con el nombre de Enaire- empezaría a cotizar el mes de noviembre siguiente.