Este jueves Rafa Benítez dará una rueda de prensa en Nápoles donde presumiblemente haga pública su marcha al final de temporada y negociar su fichaje con el Real Madrid. De hecho, García Quilón ya está moviendo fichas en el Bernabéu para que Rafa pueda ser presentado este miércoles.
Las condiciones de Benítez
La negociación entre el Real Madrid y su representante, García Quilón pasa por tres puntos importantes: quiere controlar a su equipo más cercano, tener la decisión sobre los jugadores que llegan, reestructurar y controlar la cantera con un criterio único y contar entrenadores de su confianza, según informa As.
Por un lado, quiere tener participación en las decisiones sobre fichajes, por lo que tendrá que tener una relación muy directa con Florentino Pérez para configurar la plantilla.
En cuanto a sus ayudantes, quiere llegar con el preparador físico Paco de Miguel, Xavi Valero, entrenador de porteros, y con Antonio Gómez, analista. Según informan en Italia también podría llegar con el director deportivo del Nápoles, Riccardo Bigon.
Sobre la cantera, Benítez es un obsesivo con el fútbol base de los clubes en los que trabaja para poder subir jugadores válidos para el primer equipo. Por lo que pedirá llevar la gestión de La Fábrica. Pero en estos momentos, la cantera madridista no cuenta con alguien con poder para decidir por la baja de Ramón Martínez, su máximo responsable, por baja por enfermedad, según As.
Hay que recordar que Rafa Benítez trabaja de una manera muy cuidada, estudiada y minuciosa, controlando todos los aspectos, siempre con gente de su confianza, tal y como ha hecho en los equipos en los que ha estado y en el Real Madrid no va a ser menos.
Pero por ahora, espera en el hotel donde vive junto con el resto de su equipo a la espera de que Quilón y el Real Madrid cierren el acuerdo.
10 entrenadores
La destitución del técnico Carlo Ancelotti, a pesar de su popularidad entre jugadores y público, deja cierta incertidumbre sobre el proyecto a largo plazo del Real Madrid, que va a tener que encontrar un sucesor convincente y reconstruir un proyecto consistente.
El presidente Florentino Pérez, que cumple su duodécimo año de mandato (2000-2006 y desde 2009), destituyó el lunes a su noveno entrenador, lo que evidencia una falta de proyección a largo plazo en un club sobreexpuesto en los medios.
Sin embargo, Pérez parecía haber encontrado el hombre adecuado con Carlo Ancelotti, que ya en su primera temporada, no sólo ganó la ansiada «Décima» Liga de Campeones sino que también consiguió equilibrar un equipo con exceso de «galácticos» ofensivos, fichados a precio de oro.
Este otoño (boreal), el Real de Ancelotti encadenó 22 victorias consecutivas (nuevo récord español) y desplegó un gran fútbol, que llevó a los aficionados a soñar con el inicio de un ciclo victorioso y un equipo capaz de marcar una época, como el Barcelona de Pep Guardiola (2008-2012).
Seis meses más tarde, nada de eso queda y da igual si Pérez había reafirmado su confianza en el técnico en marzo tras un comienzo de 2015 lastrado por las lesiones y la falta de rotación de sus figuras.
«El plan es que no hay plan. Nueve entrenadores en doce años lo demuestran», lamentó el director del diario deportivo Marca, Oscar Campillo, en una columna, en la que añade que «no hay un estilo de juego determinado (…). Por eso se suceden en el banquillo madridista entrenadores de características diferentes e incluso opuestas».
Después de José Mourinho (2010-2013) y su estilo ultra-defensivo, Ancelotti no ha sobrevivido a una segunda temporada sin títulos importantes, pese a desplegar un juego atractivo.
Y el favorito para sucederle, según la prensa española, parece ser de nuevo un técnico más bien defensivo: el español Rafael Benítez (55 años, Nápoles).
«Estaría bien que el próximo entrenador hablase español», confirmó Pérez respecto a su futuro técnico, precisando que su nombre se anunciará «la próxima semana».
Sin duda, Benítez es un entrenador competente, ganador de la Liga de Campeones con el Liverpool en 2005, y sin duda, este madrileño es un antiguo trabajador de la casa, donde entrenó entre 1993 y 1995 al filial.
Pero, ante un público tan exigente como el del estadio Santiago Bernabéu, el sucesor de Ancelotti deberá seducir también con su juego y, en este caso, la sombra de «Carletto» podría ser muy alargada.
En principio, el club con más ingresos del mundo (más de 500 millones de euros anuales) debería contar con un banquillo de alto nivel.
Pero, en los últimos años, el Real Madrid ha puesto demasiado el acento en vistosos fichajes en detrimento de futbolistas pensados para el juego: cuando el centrocampista croata Luka Modric se lesionó, el Madrid tuvo que alinear en la medular a tres centrocampistas ofensivos (Isco, Kroos, James Rodríguez).
«Conviven en el vestuario futbolistas casi todos maravillosos, pero elegidos sin más criterio deportivo que el de su incuestionable calidad», resumió Campillo.
Ahora empezarán los movimientos de jugadores: a Sami Khedira, Fabio Coentrao o Alvaro Arbeloa se les sitúa ya fuera del club, mientras queda por aclarar la situación del capitán Iker Casillas (34 años), leyenda del fútbol español, pero amenazado por un eventual fichaje del portero del Manchester United, David de Gea.
Por último están los casos de Gareth Bale, decepcionante, y el de Cristiano Ronaldo.
Mejor goleador de la Liga (48 tantos), el portugués podría haber perdido el Balón de Oro en favor de Lionel Messi tras una temporada decepcionante para el Real Madrid. Además, sufrió la afrenta de haber sido ignorado por Pérez tras reclamar públicamente la permanencia de Ancelotti.
Es decir, la tarea se perfila difícil para el futuro entrenador blanco.
Paco de Miguel, el hombre clave
El equipo de trabajo de Rafa Benítez es fundamental en las negociaciones con el equipo blanco. Rafa no entrenará si no es con su equipo técnico.
Paco de Miguel es el preparador físico de Benítez desde la temporada 2007-08 y es uno de los mejor considerados en su profesión. Empezó como atleta de medio fondo con vocación de militar, pero tras acabar la carrera de INEF se vinculó con el fútbol a través de un modesto: el Villaverde Boetticher. Ahí empezó como preparador físico y pasó por el San Fernando de Henares, Atlético B, Universidad de las Palmas y Getafe. En el club azulón trabajó con Felines, Pepe Mel y Quique Sánchez Flores, al que acompañó al Valencia.
De Miguel es un estudioso de la parcela física, está en constante evolución y que no deja nada al detalle. Para ello utiliza los GPS en los entrenamientos. Con ellos comprueba que ha trabajado cada futbolista. Haber entrenado en Inglaterra, Italia y España le da una gran experiencia a la hora de preparar las sesiones y a las plantillas. Adapta su trabajo al fútbol del país, pero siempre con el balón como protagonista. En principio, llegaría al Madrid con Benítez para ocupar una posición que en el club han marcado en rojo.