La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, acompañada del delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, el presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, y la responsable de Mahou-San Miguel, Paloma Boceta, la nueva versión de una operación urbanística ideada en 2009 han presentado este viernes la propuesta ya remendada para el Plan Mahou-Calderón. No habrá rascacielos, sí más zonas verdes y de titularidad pública. No habrá soterramiento de la M-30 y sí mas viviendas de protección oficial.
La gran novedad del proyecto es que no se soterrará la M30 a su paso por este tramo, como planteaban los promotores. El Consistorio planea cubrir la zona utilizando la estructura existente, sobre la que se apoyan las gradas del Estadio Vicente Calderón. Calvo ha explicado que la solución del soterramiento dispararía los costes y supondría una obra de enorme magnitud: «Hay que buscar soluciones más blandas y más sostenibles”, porque será el Consistorio quien financie íntegramente la cubierta de la M-30, con un coste de entre 50 y 60 millones de euros.
La edificabilidad total de los terrenos ha descendido en números, ha pasado de 175.000 metros cuadrados a 147.000, un 16,15% menos. Además, la cesión del suelo que deban hacer los promotores al Ayuntamiento irá destinada 100% a vivienda protegida, unos 13.000 metros cuadrados. Todavía no se sabe cuántas casas que levantarán porque depende del tamaño que se estime para casa una.
Más zonas verdes, se incrementan desde 54.600 a 79.900 metros cuadrados. Además, la zona contará con una parcela dotacional de 2.500 metros cuadrados que el Ayuntamiento quiere destinar a centros infantiles y de día para mayores.
Este nuevo plan se podría aprobar si Ahora Madrid, que gobierna en minoría, logra el apoyo de otros grupos en el pleno del próximo mes de octubre, aunque deberá pasar después por el trámite de información pública y alegaciones.