Un equipo artístico del Museo se trasladó hace unos días a Barcelona, dónde tomó a la deportista sus medidas antropométricas, paso previo a la realización de su escultura, con la que éste museo rendirá homenaje a la mejor nadadora española de todos los tiempos.
Belmonte nació en Badalona el 10 de noviembre en el seno de una familia humilde y siendo la pequeña de familia con solo un hermano mayor. Su llegada al mundo de la natación fue casual, ya que le diagnosticaron escoliosis y el médico recomendó a sus padres corregir este problema mediante esta actividad.
Así fue como poco a poco fue convirtiendo la necesidad en virtud y con 12 años le llevaron a entrenar al Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Cugat.