Una de las estrellas de este equipo. Tiene fama de polvorilla (bien ganada) y le llaman Bart Simpson. Del barrio pamplonés de La Chantrea, allí dio sus primeros pasos hasta que lo reclutó el Athletic. “Era un chaval muy espabilado”, recuerda José Luis Nagore, presidente del club, que lleva 44 años de convenio con el club bilbaíno. “Yo creo que Iker hasta dormía con un balón. Un jugador de esos que se han hecho jugando muchas horas en la calle”, apunta.
De familia de futbolistas, su padre también jugó en La Chantrea, y llegó a Tercera División. Debutó en Primera División cuando todavía no había cumplido los 17 años y se convirtió en el futbolista más joven en jugar con el Athletic un partido oficial en los 116 años de la historia del club. También fue el goleador más joven de la historia en la máxima categoría, aunque después, Fabrice Olinga le arrebató ese status.
Desde su irrupción en la élite del fútbol español, siempre ha sido considerado como uno de los prospectos con mayor potencial. Campeón de Europa en 2011 con la selección Sub 21, su comienzo de temporada es esperanzador. Hizo el gol del Athletic en Nápoles.