El piloto español Fernando Alonso (McLaren), que ha abandonado este domingo en la vuelta 43 del Gran Premio de Mónaco por un problema de caja de cambios, ha manifestado que su monoplaza «no cambiaba», de ahí que tuviera que retirarse cuando estaba en zona de puntos, ocupando la novena posición, y ha explicado que lo que le preocupa ahora es conseguir un coche «para ser campeón del mundo el año que viene».
«En la primera el coche no cambiaba y tuvimos que retirarlo. Estábamos en puntos, una pena, la próxima vez será. Nos aprovechamos de alguna posición libre en la salida y pensamos en ir más largos con las duras para parar en la vuelta 40 o 50, pero hoy iban demasiado lentas y tuvimos que cambiar a las superblandas. Nos encontramos mejor en la segunda parte de la carrera, pero con esas posiciones ya bien marcadas, octavo y noveno sin mucho más que hacer, pero en puntos», comentó.
En cuanto a la sanción que recibió por un toque con el alemán Nico Hulkemberg (Force India), el asturiano se mostró sorprendido. «O desaparezco en ese momento y me hago invisible o no sé exactamente qué esperaban que hiciese. Cuando nos tocamos pregunté por radio si tenía el coche dañado y esperaba que la sanción fuera para Hulkemberg. No podíamos pasar los dos por la curva y por el exterior era un poco optimista por su parte. Entré noveno al »pit stop» y salí noveno, así que no cambió nada», dijo.
En lo relativo a los sucesivos abandonos dada la baja fiabilidad de su McLaren, dejó entrever tranquilidad. «No me juego nada, quiero un coche para ser campeón del mundo el año que viene. Este año estamos descubriendo cosas y vamos en la dirección correcta. Estábamos a cuatro segundos en Australia y ahora tenemos los dos coches luchando por los 10 primeros. La progresión es extraordinaria pero la fiabilidad es algo que tenemos que poner también en el saco», prosiguió Alonso.
Sin embargo, también se mostró ambicioso de cara a mejorar el coche. «Me quedo con que hay que mejorar mucho. Hacer octavo o noveno importa relativamente ahora mismo. Tenemos que mejorar motor, prestaciones, aerodinámica y fiabilidad. Tenemos un plan bastante agresivo, Austria y Hungría esperamos que sean pasos importantes para nosotros. Está bien siempre encontrarnos mejor con el coche, pero es una prioridad bastante baja ahora mismo», aseguró Alonso.
Por último, se refirió al próximo Gran Premio, el de Canadá. «Será una carrera complicada, no esperamos ningún milagro. No habrá importantes mejoras hasta Austria, y veremos cómo nos defendemos allí. Hay mucho por descubrir ahí y ojalá se nos dé mejor», concluyó el bicampeón del mundo.
Sainz: «Sin factor suerte hemos llegado a los puntos»
«Increíble. Súper contento porque era complicadísimo. Aquí siempre puede pasar cualquier cosa por el cansancio y el factor mental, y los muros tan cerca afectan para que pasen cosas diferentes, pero esta vez nada fuera de lo común. No ha habido »safety car», solo al final cuando ya todos habían cambiado gomas, y sin factor suerte y a base de buen ritmo y estrategia hemos llegado a los puntos. De hecho, llevando a Rosberg detrás con las banderas azules no me cogía y me he motivado», declaró ante los medios de comunicación.
Así, el madrileño pasó a exponer cómo planteó la carrera. «Sabía desde que paramos a poner rueda dura que era la única opción de llegar a los puntos y me he puesto a guardar después del »safety». La gente ha ido parando y, con nuestro buen ritmo, hemos llegado a los puntos», prosiguió.
Además, confesó haber disfrutado durante la carrera y equiparó la estrategia adoptada a la desarrollada en el Gran Premio de España. «No es fácil dar 62 o 63 vueltas con una rueda mantener pensando a final de carrera, igual que en Barcelona. Me lo he pasado bien con un par de adelantamientos, lo que te deja un buen sabor de boca», concluyó Sainz.
Merhi: «El balance hoy es positivo, es la mejor carrera del año»
«El balance hoy es positivo, el resto no, ya que en Malasia el objetivo era terminar, así que es la mejor carrera del año. He tenido un buen ritmo y he estado cómodo. Es la primera vez que noto que puedo tirar, que no tengo que tener cuidado en las frenadas. Ha valido la pena, estoy muy contento con el resultado. En Canadá cambiamos motor, esperemos que Mónaco sea el punto de inflexión», aseveró el de Castellón.
Asimismo, se ha mostrado satisfecho por haber batido a Stevens en su particular duelo dentro del equipo «Gracias a Dios, en un circuito como este no influye el motor y el piloto puede marcar diferencias. He estado muchas vueltas detrás de mi compañero y no me dejaban pasarle y al final he estado cerca de casi doblarle», indicó.
«Sin el último »safety car» podría haberme marchado un poco más, me ha hecho perder el »gap» con él. Hemos cambiado la delantera, como dije ayer, y es una cosa positiva», concluyó Merhi.