Los futbolistas se vienen ganando durante toda la vida la fama de ignorantes e iletrados, una fama que no les corresponde a todos. Antes y ahora ha habido jugadores que, además de dar patadas a un balón, han hincado los codos sobre una mesa con decenas de folios llenos de apuntes, colores fosforitos de subrayadores y algún que otro libro de texto como material de apoyo.
Desde que el partido ‘Podemos’ lanzara al semana pasada sus propuestas para los cambios del deporte, se ha empezado a buscar hasta donde han llegado los futbolistas en materia de estudios. El partido liderado por Pablo iglesias dijo pretender que los futbolistas tuvieron, al menos, la Enseñanza secundaria obligatoria (ESO).
Una de las carreras más demandadas por los futbolistas es el de empresariales. LADE es una carrera con bastantes salidas y que puede ayudar, en el caso de los futbolistas, a hacerse con un puesto en la directiva. Como ejemplo tenemos al actual jefe de relaciones institucionales del Real Madrid, Emilio Butragueño, una de las manos derechas de Florentino Pérez en sus dos etapas como presidente del Real Madrid.
Con la carrera de empresariales bajo el brazo tenemos a tres futbolistas españoles. Aún no la tienen terminada, pero el matricularse ya es todo un comienzo. El primero es Cesc Fàbregas. El mediocentro catalán, hoy en el Chelsea, es otro de tantos futbolistas matriculados en Empresariales. Otro mediocentro matriculado en empresariales es el jugador del Bayern de Múnich Xabi Alonso.
El último futuro empresario juega aquí en España y es Álvaro Arbeloa, aunque este último la tiene algo abandonada. El lateral madridista ha cursado hasta 3º de Empresariales antes de tener que aparcar sus estudios por el poco tiempo libre que le dejaba el fútbol, pero alguna vez ha declarado que le gustaría retomarlo en cuanto le sea posible.
Otro que también empezó Empresariales fue César Azpilicueta, era bueno en los estudios y cuando debutó en Primera solo tenía 18 años, de modo que trató d ecompaginarlo con sus estudios. Terminó 1º de carrera, pero no pudo continuar. Él mismo dio las razones de porqué empresariales y no otra carrera. «Fue una decisión mía. Yo tenía muy claro que quería estudiar. Es importante sacrificarte en otra cosa para no estar por ahí tirado todo el día. Me gustaba el INEF pero aquí no hay y me decanté por Empresariales».