El base español Ricky Rubio, que continua negociando la renovación de su contrato con Minnesota Timberwolves, ha mostrado su versatilidad en la victoria ante Detroit Pistons (97-91). Tras su derrota inaugural en la primera jornada, los nuevos »Wolves», huérfanos de Kevin Love, repartieron tareas para sumar el primer triunfo. En la dirección de juego, Rubio disputó 29 minutos en los que aportó 11 puntos (4/10 en tiros de campo), 8 asistencias, 7 rebotes y 1 robo. Una gran actuación, como la que firmaron los hermanos Gasol un día antes.
El equipo local cimentó su triunfo en el tercer cuarto con un parcial de 31-20 liderado cerca de los aros por Nikola Pekovic, autor de 17 puntos y 10 rebotes y demostrando que ya está recuperado de la bursitis que arrastró la pasada temporada. En el bando visitante, los 24 tantos de Caron Butler no sirvieron para inquietar al Target Center.
Las buenas noticias en Minnesota contrastan con las malas en Oklahoma, de nuevo en forma de lesiones. Los Thunder, que tienen de baja a su máxima estrella Kevin Durant, sufrieron otro revés en el Staples Center, donde Russell Westbrook apenas disputó nueve minutos antes de fracturarse la mano.
A falta de concretar el alcance de la lesión del base, Serge Ibaka es consciente de que deberá dar un paso adelanta ante la ausencia de los dos líderes del equipo. El hispano-congoleño dio la cara con 17 puntos y 9 rebotes en unos Thunder liderados por el sorprendente Perry Jones (32 puntos).
Pese a tantas facilidades, los Clippers no completaron un buen encuentro y a punto estuvieron de ceder la derrota en casa en su debut esta temporada, bajo la atenta mirada de su nuevo propietario Steve Ballmer. Blake Griffin (23 puntos) y Chris Paul (22) impidieron la sorpresa visitante.
Vuelve el »Rey Lebron» a Cleveland… con derrota
El debut del alero LeBron James en su vuelta con los Cavaliers de Cleveland acaparó toda la atención de la actividad dentro del mundo de la NBA sin que luego cumpliese el rendimiento que dio en campo cumpliese con las altas expectativas que el mismo se había encargado de promocionar.
James regresó al Quicken Loans Arena, de Cleveland, ante el delirio de los 20.562 que acudieron a verlo de nuevo vestido con la camiseta de los Cavaliers, que cambió de modelo, y lo hizo por la puerta de atrás en cuanto al rendimiento que tuvo en el campo y que no pudo evitar la derrota por 90-95 ante los Knicks de Nueva York.
Los Cavaliers, con los que debut el nuevo entrenador David Blatt, perdían en el partido inaugural y frente a un rival que llegaba de ser derrotado por los Bulls de Chicago, que en el Madison Square Garden la noche anterior les propinaron paliza de 80-104.
Por si lo anterior no hubiese sido suficiente, los Knicks, sin descanso y dos jugadores titulares, que son bajas por lesión el base español José Manuel Calderón, y el pívot italiano Andrea Bargnani, fueron siempre superiores.
James concluyó el partido con una aportación de 17 puntos después de anotar sólo 5 de 15 tiros de campo, falló 4 de 5 triples, y acertó 6 de 7 desde la línea de personal. Capturo cinco rebotes dio cuatro asistencias y perdió ocho balones de los 19 que tuvo el equipo, que tuvo en el banquillo al entrenador novato David Blatt, que hizo su debut en la NBA.
«No presioné», admitió James al concluir el partido. «No hice demasiado en el campo, pero no tuve ningún tipo de nervios». Mucho mejor estuvo el alero y gran amigo suyo Carmelo Anthonny, anulado la noche anterior por la defensa de los Bulls, pero que ante los Cavaliers resurgió al aportar 25 puntos, seis asistencias y recuperó dos rebotes y fue el líder de los Knicks.
Anthony, a falta de 25 segundos para que concluyese el tiempo reglamentario, se elevó ante el marcaje de James y anotó la canasta que le dio a los Knicks la ventaja (87-92), que sería la definitiva.