Keylor Navas debutó en la Liga con un sustito. El Elche se puso por delante con un gol de penalti, en el minuto 13, en una acción para la polémica que señaló el árbitro Clos Gómez. Cristiano Ronaldo contactó con Mosquera. El gesto del portugués se puede interpretar de involuntario, en un balón dividido, en el que no vio llegar al rival. Clos le dio un disgusto a Ancelotti, Navas y la parroquia de aficionados, que se mordían las uñas, en ese uno contra uno entre Keylor Nava y Edu Albacar desde el punto de penalti. Se adelantó el Elche y el portero costarricense estrenó su titularidad con el marcador en contra. Antes, en el minuto cuatro, ya tuvo que atajar un balón en dos tiempos. Tocaba remontada y cualquiera se podría imaginar las consecuencias que habría tenido una derrota en casa con el Elche y con el cambio de Navas por Casillas.
Ancelotti ha decidido que los jugadores están para utilizarlos. Como Luis Enrique. Se la jugó con el once de los premiados. Él lo llama rotaciones, de forma técnica, pero la realidad es que el italiano busca la competencia y metió de inicio a Keylor Navas en la portería. Sentó a otras estrellas como Modric y Benzema. Así que tampoco se le puede acusar de cargarse a Casillas porque el Real Madrid jugó sin su ‘9’. Iker volverá en el partido siguiente al once. A partir de ahora la portería no tiene un dueño fijo.
El técnico insistió en una fórmula que le funcionó en la segunda parte de Riazor. Illarramendi es el único mediocentro de contención y lo puso de inicio junto a Kroos. A sus lados estuvieron Isco y James. Por delante las dos balas: Bale y Cristiano Ronaldo. El equilibrio va a ser necesario en otros partidos de mayor nivel durante la temporada y la prueba del Elche sirvió más para mandar un mensaje a esos jugadores que se creen intocables y despertar a los que se puedan creer suplentes. También son necesarios.
El Real Madrid reaccionó con dos cabezazos al gol en contra de penalti. El primero fue de Bale, en el minuto 19, tras un centro de James. El segundo (tercero del equipo) de Cristiano Ronaldo, en el minuto 31, después de un centro de Marcelo. La pegada estuvo en la cabeza de dos cracks que se mueven por todo el frente de ataque y derriban los muros no solo con su velocidad y cañonazos, sino también con sus testarazos. El de Bale sirvió para empatar y el segundo de Cristiano Ronaldo para sentenciar. Un tanto que desequilibró el partido, muy similar al primero de los tres que marcó en Riazor al Deportivo. Entre medias, el 2-1, fue de penalti del portugués como consecuencia de otra decisión polémica de Clos Gómez. Pitó la pena máxima en un ligero contacto de Lomban a Marcelo. Muy desacertado el colegiado.
El Real Madrid le dio la vuelta al marcador con mucha facilidad y se fue al descanso con un cómodo 3-1 y más ocasiones para haber aumentado el marcador con disparos de Kroos y otro cabezazo de Sergio Ramos que detuvo el portero Manu Herrera. La segunda fue casi una tregua por ambos bandos. El equipo blanco no pisó el acelerador y el Elche renunció a la machada. Ancelotti decidió dar entrada a Arbeloa por Carvajal, Chicharito por James y Nacho por Sergio Ramos. Benzema no jugó. Tampoco Modric. Como Casillas. En esta fase en la que no ocurría nada se coló Cristiano Ronaldo en el área y fue derribado. Clos señaló el tecer penalti del partido. El más claro. Lo transformó Cristiano Ronaldo. El portugués, insaciable, aprovechó hasta los minutos de descuento para meter el cuarto de su cuenta particular tras una jugada de Bale. Se juntaron dos animales competitivos.