Miguel Reina es sinónimo de garantía bajo los palos. Fue portero del Barcelona y Atlético de Madrid durante la década de los 60 y 70. El cordobés vivió muchos clásicos al frente de la portería azulgrana donde hubo victorias, empates y alguna derrota.
En su primera temporada en el Barça casi no dispone de oportunidades, sólo juega dos partidos de Liga. Ese mismo año consigue un subcampeonato, repitiendo subcampeonato en las temporadas 67-68, 70-71 y 72-73. Con el equipo blaugrana gana dos Copas del Generalísimo y la Copa de Ferias.
Cuando llegan este tipo de partidos entre Madrid y Barcelona, Reina recuerda aquellos partidos «con mucha intensidad, mucha tensión». A día de hoy, el ex portero internacional le «encantaría vestirme de corto y jugar el partido».
Con respecto al Real Madrid, el padre de Pepe Reina, reconoce que es «el equipo a batir siempre por el Barcelona. Las aficiones eran las que llevaban al equipo en volandas, pero al fin y al cabo para los jugadores era un partido más de fútbol».
La temporada pasada hubo mucha polémica en torno al juego duro que practicaron ambos contendientes en el terreno de juego. Para Reina, «el mal rollo está fuera del campo. No somos los jugadores quienes calentamos el ambiente. Hay que vender mucho papel y mucha tinta», sentencia el ex portero.